miércoles, 22 de enero de 2014

Vuelvo a mi lugar favorito como cual pendejo que regresa a los brazos de la mami después de que le huevearan más de la cuenta en el colegio.

Este lugar no me impone demasiadas reglas de conducta literaria. "Escriba no más de 250 palabras por cada entrada", "interlineado 1,5", "Escriba como minimo una entrada por semana", "incluya fuentes", "resérvese sus opiniones"...

Yo pongo las reglas. No me limito a la simpatía del que me lee sin conocerme. Y va a llegar el punto en que no necesite otro espacio virtual más que este... De a poco me he ido cerrando camino en espacios llenos de morbo y gente desagradable. Se me olvidó qué es chatear, se me olvidó el hábito de abrir primeramente "facebook" sin siquiera darme cuenta, se me ha de olvidar dejar de seguir a los pelotudos de twitter que sigo y ni sé quién son. Se me ha de olvidar de borrar a los idiotas que so saben publicar más que senos, culos y coito en tumblr.

"Me abro al cierre". Acepto mi pronta retirada de todo eso "social", para estar aquí. Mi pedazo de cielo en el que soy "casi" libre (de no ser por google, que me tiene a mi y mis datos en la mira. Aunque puedo lidiar con eso).

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