viernes, 24 de enero de 2014

Estoy sola. 

Puse agua a calentar, me vine al cuarto a borrar un tema que no vale la pena publicar. Me serví un té... tomé asiento en la mesa desordenada, frente a la cocina desordenada. Di vueltas al azucar un par de veces, despacio. Miré al frente como si hubiese alguien... 

fue como esa vez que me viniste a ver y yo en pijama te ofrecí frutillas en conserva con crema... Solo que sin tí, y sin frutillas. 

Es cierto... le dije que iría a verla ahora a la noche... pero también es cierto que no sé como entretenerla. Supe que salió con una amiga hoy... Le hace bien, supongo. Yo le iré a ver mañana, creo... hoy estoy triste. 

Mamá fue a ver a mi tía, su hermana, que anda de visita. No quise ir... si le veo me recuerdo de que se aburre cuando viene a la casa. Sea o no verdad, esa es mi sensación, y de las sensaciones no he obtenido tantas mentiras. 

Soñé de nuevo, anoche... soñé puras tonteras.

Revuelvo el té con la diestra... y me acuerdo de la Clara. Me acuerdo que ella es como yo. No... es más como la Belén. Me acuerdo que la abandoné a mitad de camino. 

Puede ser este un buen momento para volver a leer. 

Nada emocionante, nada concreto ni claro en todo esto. Solo una desorientada que rellena su blog con medios cuentos. No es misterio, es abatimiento. No es adrede, lo juro. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario