... Entonces yo iba con una amiga sentada en el penúltimo asiento de la micro vacía, el que queda exactamente frente a la puerta trasera... Era lunes al medio día y tradicionalmente ninguna de las dos tenía razones de irnos a esa hora ese día, pero estaba terminando el año y no quedaba nada mas que hacer allí. Hablábamos de los exámenes y cómo los prepararíamos, entre otras cosas de mina y se subió este compadre.
xD Fue gracioso porque eramos solo los tres. A mi me dio un heart attack interno pero para disimularla le segui hablando a mi compa... Es regla no sostener la mirada más de un segundo hacia un desconocido, más aún si te descubres en situación de ansiedad. Más aún si...
Lo otro es que, en su situación de acorralado (porque mi sentido de la empatía me dice que así se sintió) no halló nada mejor que ir a sentarse al último asiento de la micro, frente a la puerta. Yo no podía mirarle, pero sí verle (¿Se entiende?)... hacía algo con el teléfono. Mirar la hora, escribir algo que no enviaría (S.O.S tal vez), leer mensajería antigua... definitivamente algún asunto de mayor importancia que observarme desde atrás. Yo no lo hubiese notado, y esa hubiese sido la idea. Perfecto.
Y si... todo esto fue después de pillarmelo ene veces en la U, desde el día en que estaba sentado frente a mi mientras yo me tomaba la foto para el pase, el primer día. Después de cacharle con una rubia hot... Hubiese sido explosivo de no ser por eso último. Infinito desprecio por lo de la rubia esa...
Y yo... nada... me sacudí la ansiedad y seguí hablando animadamente con mi amiga esta, me despedí cagada de la risa, hice parar la micro con los pies firmes delante de él y me bajé una cuadra antes de mi casa. No hice la encachada de mirarlo... No era necesario...
Lo de las micros es casi mágico, sabes. Conecta lo inconectable, en reducidos espacios, entre asientos y puertas.
Espero que por su bien lo recuerde, porque no estaremos así de cerca nunca más.
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