domingo, 30 de junio de 2013

Vulnerabilidad.

La gente suele creer que vulnerabilidad es debilidad. La asocian primeramente a sentimientos desagradables como verguenza, miedo.

Vulnerabilidad es un estado en el que te encuentras cuando eres consciente de que cualquier cosa puede pasar.

Vulnerabilidad es total incertidumbre. Es estar frente a una Caja de Pandora, de la que puede salir algo que te lleve a la dicha, te deje tal y como estás, o te destroce. 

Por lo tanto, el solo hecho de estar en esa situación de vulnerabilidad, te convierte en lo más valiente. 

Hace un par de meses me sentía de lo más frustrada porque me daba la sensación de que tanto las decisiones personales o colectivas estaban en mis manos. y me llenaba la cabeza con frases como "Que todo tenga que hacerlo yo...". 

Y puede ser cierto... eso de que hubieron varias ocasiones que me llevaron a dar a mi el primer paso. Esto no significa que a diferencia del resto yo tenga la "capacidad" de tomar una decisión, o hacer algo jamás antes hecho. Todos somos capaces de ello. Todos nos hemos reconocido vulnerables. El problema es que no todos somos conscientes de que no todo es malo al otro lado de la carretera. No todos nos atrevemos a cruzar la barrera del miedo, y probar que muchos de nuestros pensamientos fóbicos son solo supuestos, y no verdades. No todos nos atrevemos a considerar la posibilidad de que más allá de lo que diga o haga obtendré una respuesta favorable, o al menos, no dañina.

Necesitamos ser más proactivos, y comprender que la vulnerabilidad no es más que una enorme oportunidad de hacer un cambio rotundo de lo que conocemos hasta ahora, crear algo jamás antes hecho... responder a un problema que nos ha mantenido enfermos por tanto tiempo. 

No podemos creer que es más importante una mala crítica, un "no te amo", un "insuficiente", que tomar ese chance, que es un derecho. 

La vergüenza es el pantano que te toma de los tobillos y mientras te hunde te dice al oído: "no serás capaz de lograrlo"

La vulnerabilidad es una puerta abierta, que tal vez no te asegura una victoria, pero te tiende la mano para que pruebes qué tan bueno eres, y puedes llegar a ser. 

La vida está llena de oportunidades, decisiones. No te pierdas la dicha de experimentarlas.  

(Ideas y conclusiones basadas en la genial "Investigadora y contadora de historias", Brené Brown).


domingo, 23 de junio de 2013

Disciplina. Falsa disciplina.

Es increíble lo difícil que es conseguir esa convicción… de asumir que estás disfrutando de un buen momento. No importa si ya no uso uniforme, no importa si ya estoy fuera de casa (como deseaba estar cuando era chica. Hoy solo deseo pasar más tiempo allí), no importa si tengo la certeza de que alguien piensa en mi al igual que yo en él. Siempre hay algo que me retiene en un estado infeliz.

La Universidad… pasear entre pasillos estéticamente envidiables, sentarse en las rocas frente a la laguna artificial y mirar como los patos juegan entre sí, Estar justo allí a donde quisiste llegar… se vuelve nada cuando tienes la cabeza ocupada en cosas que no deberían ser más importantes, por ejemplo, de disfrutar de la compañía de tus pares…

Informes, informes, informes… informes de qué? Informes de lo mucho que has aprendido todo este tiempo. De lo mucho que olvidaré porque sencillamente no me dediqué a internalizar tantas cosas en tan poco tiempo. Yo solo me dediqué a poner en ese informe, en esa hoja con nombre y apellido, lo que ellos quieren que ponga. Lo que ellos quieren que piense que está bien. Lo que ellos quieren que crea.

Todo eso es falso. Lo falso les hace quedar conformes. Te hace obtener un 7.0, una beca al extranjero, un magister…

“Pero cuando salga de su paraguas, usaré mi influencia académica para opinar lo que quiera, y no habrá que citar a ningún fulano de tal. Porque con mi nombre bastará y sobrará”.

¿Será tan así? Depende de cuan disciplinada me muestre. Cuan satisfechos los deje con las respuestas que quieren oír. Ellos no están dentro de mi cabeza. Ellos no saben cuál es realmente mi conocimiento. No saben cuáles son mis reales creencias. Cambia todos los días. Ni yo misma soy consciente de lo que sé.

Quien sabe ser un ser disciplinado y a la vez mantiene su habilidad innata de “pensante crítico” llegará lejos. Mientras estés bajo su paraguas dirás lo que quieren oír, en el lenguaje que menos dañe sus oídos. Una vez fuera de ello tendrás poder de hacer lo que quieras. El poder está representado en tu nuevo título, o títulos. Depende de qué tan ambiciosas son tus expectativas.

Una vez fuera retomaría mi propia voz. Me ocuparía en mis propios intereses… O me sumergiría en la burocracia que envuelve el currículo y quehacer pedagógico.

Una vez fuera, y gracias a esa disciplina, se habrán perdido los mejores años de mi vida, mi juventud, el tiempo con los amigos, con mi pareja, con las reuniones familiares. Es un precio que ahora y en ese entonces no perdonaré haber pagado; un precio por el cual espero cobrar las correspondientes represalias.

jueves, 20 de junio de 2013

Enferma, ocupada, sin plata, pero feliz.

Son más de las 10 otra vez y aprovecho esta instancia en que Blogger ha vuelto a la normalidad para regresar a pensar, reflexionar lo pensado y dejar registro de estas cosas, lo que me hace mas adelante volver aquí y tener eternas conversaciones conmigo misma, con la Paula del post anterior, del mes pasado...

Estoy... bien. Bien enferma y full estudio, pero estoy... estable, aunque suene repetitivo mezclar ambas palabras. He cerrado un libro añejo de preguntas sin respuesta y he comenzado uno nuevo... en el que registre una duda y una solución en la primera página. En el que siguen surgiendo nuevas interrogantes y nuevas respuestas... es una historia en construcción. Una que no tiene una cantidad de hojas estimada... ni estilo narrativo determinado.

Me salí de acá un rato y aproveché de darme un tiempo llevando al pragmatismo mis sentimientos. Las letras siempre estarán. Pero el privilegio de la práctica es aún escaso, y aún se disfruta a concho.

Estoy, ahora si que sí, sobre esa ola que quería. Y claro... es verdad que una a medida que crece se va preocupando de mil cosas en el día. Más aún ahora que es casi mitad de año, que se vienen los exámenes, que hay cosas que pagar... cosas que comprar... notas que subir... ramos que aprobar...

Estoy volviéndome adulta. Tal vez por eso, a pesar de mis grandes logros emocionales, aún no consigo mantener mi felicidad a flor de piel. Si pudiese dejar de administrar por un segundo una vida que cada día, mes, año, se va haciendo más díficil... Si pudiese dedicarme a los pequeños goces... como una niña, sin pensar en mañana.

Pero estoy mejor que antes. Muuuucho mejor que antes. Ya no tengo tantas razones para sentir que no valgo, ni razones para escuchar un playlist melancólico una y otra vez al día.

Supongo que la clave para mantenerme en la ola es tratar de administrar mi nueva vida a pesar de los peros que surjan en el camino, del egoísmo de quienes se cruzarán en mi camino sin interés de nada en particular.Supongo que debo tratar de evadir las preguntas sin respuesta, ser pro-activa y aprender a usar mi tiempo en cosas que convienen a mi bienestar como profesional y como persona. Aprender a ser responsable, para recuperar fines de semana en familia, y tardes eternas para los amigos y el amor... para acostarme sin preocupación de que al día siguiente las cosas no saldrán del todo bien.

sábado, 15 de junio de 2013

Sábado, saturday, lørdag.

Los días sábados ya no son tan motivadores como antes. Así como tampoco lo es vivir semi-a solas. Que me tengo que levantar, ducharme, comprar el pan, lavar la ropa de la semana y dejarla tendida por dos días para que quede algo menos húmeda (porque no la vas a tender tras la estufa de la casa que no es tuya, mucho menos tu lencería), lavar algo de loza, ah si. y comer un poco. 

fuera de broma, creo que los días sábados no son para nada mis días favoritos. Por raro que parezca, creo que lo son más los domingos. Ahí ya no me queda mucho por hacer, mas que esperar un par de horas tranquilamente a que llegue Don Lunes y me devuelva a mis amigos y, por supuesto, al chico que es razón de mis bonitas distracciones mentales de ahora ultimo c:

Pero bueno... aún es sábado y aún no hago nada de lo que mencione al comienzo. Así que a levantarme,  y terminar con todo esto ya, porque ya no se justifica para nada la falta de ánimo. 

Go Ahead, then!


domingo, 9 de junio de 2013

Pain

"El dolor se asemeja a una roca en la orilla de la playa. Mientras se está dormido, es como si hubiese subido la marea y hay algún alivio. Pero al despertar, la marea empieza a bajar y pronto la roca volvía a hacerse visible, plagada de percebes incrustados, y estaría allí para siempre, o hasta que Dios decidiese barrerla con las olas"
Stephen King. Misery
Pag.148 

sábado, 8 de junio de 2013

Bittersweet

Se que lo he dicho al menos 10 veces en los últimos 5 días, pero es la pura verdad: han estado ocurriendo una serie de eventos anormales, a los cuales aún no me puedo acostumbrar del todo, por lo que estoy el doble de nerviosa que antes (y me bastaba con lo de antes).

Hablé lo que tenía que hablar, pregunté lo que tenía que preguntar y bueno, el martes comencé un "romance" con un amigo y compañero de la U. Lo que me tiene así como "feliz". Pues sí, nos parecemos bastante y nos conocemos relativamente bien. Hay confianza... hay cariño (más ahora) y bueno, algunas experiencias previas similares. No entraré en más detalles acá por respeto. Dejémoslo en que estamos intentando algo nuevo... y bueno, ambos estamos en justo derecho ¿No?

Por otro lado... ayer en la tarde mi hermana me llamó por teléfono informando que la abuela no pasaba este fin de semana, que me preparara porque me tocaría viajar a Nacto, y tal vez a Conce. Osea, cambio de estado en 180º. De muy contenta a bastante... descompuesta. Hoy a eso de las 15:30 mi mamá volvió a llamar. Estaban en Conce. La abuela acababa de fallecer.

Cuando me lo dijo no lloré... me saltó el pecho, es verdad. Pero no lloré, y no me sorprendió porque sé que ya no puedo. Apenas si se me nublaron los ojos al ver los de mi viejo, en la foto suya que guardo en mi billetera. De verde grisáceo... tristes. "Perdón viejo. Perdón si crees que me he vuelto demasiado insensible".

Me pregunto si las cosas ocurrieron estratégicamente así. Tal vez si todo esto hubiese ocurrido antes de  lo primero, no lo hubiese podido llevar tan bien. Es decir... Al menos hay alguien más a mi lado. Si me siento mal y llego a caer no llegaré directamente al suelo. Eso es bueno. 

De momento estoy en casa. Con mi mamá, mi hermana... A la abuela la velarán en Concepción, mañana... Luego la traerán a Nacimiento, supongo que a más tardar el lunes. Tengo una idea bastante clara de como serán las cosas estos días, y creo estar preparada para mantener la cautela. No será del todo grato. Los Gallardo no somos flor de familia. Pero estoy tranquila, con la mente fría y la mente libre de toda penumbra. 

Mi abuela ahora descansa en paz. Eso es lo importante. No tiene dolor, hambre, ni enfado por las cosas que solía decir le eran robadas. Tal vez está con el abuelo, con mi papá. Tal vez hasta recuerda que se llaman José Jorge y Jorge Arturo. Tal vez ahora está tan lúcida que sabe quienes somos todos nosotros. Me recuerda a mi y al fin descubrió que nunca me comí las aceitunas que me convidaba, y las botaba por el hoyito del suelo, bajo mi silla. Tal vez sabe que a mi manera la quiero... que a mi manera estoy pasando por todo esto. 

Y ahora es re tarde, y necesito descansar para despertar con algo más de energía para ordenar mis hormonas, o emociones... A ver si también consigo que me vuelva el apetito.

martes, 4 de junio de 2013

Espejo, espejito...

Es heavy lo autocrítico que puede volverse una, como adolescente. Estás tú y unas cuantas más en un baño de la U, y aunque hace una hora en el baño de tu casa te pareció que lucías bastante bien, en este nuevo escenario crees que todavía hay más de una sola cosa que mejorar.

Siempre hay algo que queremos mejorar.

Es difícil despertar un rato del aletardamiento que la publicidad nos provoca. Vemos una tipa en un comercial de Loreal con el pelo largo, rubio, brillante, sedoso. Nosotras no tenemos nada de eso, ni comprando el pinche Shampoo Loreal. Lo que muchas veces ignoramos es que la mismísima tipa esa tampoco es así realmente... Podemos ir en la micro y verla a ella en un pinta de sábado casual y no la reconoceremos, porque la publicidad es un ESPEJISMO.

No me gustan las fotos casuales. A mi parecer, resaltan lo que menos me gusta de mi. Y bueno, cometo el error de admitir que así soy realmente. Este vendría siendo el otro extremo del dilema. exagera lo que no nos gusta, pero no nos muestra la realidad. Lo cierto es que hay días en que el sol brilla de una manera tal que no deja tan al descubierto las ojeras de una noche de insomnio, los granos de los días de menstruación... el pelo opaco...

La imperfección estética vendría a ser entonces una mezcla indefinida de cosas lindas y cosas no tan lindas.

Antes de que me fotografíen, prefiero cuando me filman... Es distinto porque soy yo en movimiento, con o sin la sonrisa enorme, con voz chillona y a veces bien grave, con el pelo al viento y luego recogido... Soy yo en la vida real.

No les voy a mentir. Las fotos que pueden ver aquí no son más que otro espejismo, o a lo menos un recuento de mis mejores momentos. Pero yo soy normal. No horrible, lo sé. Pero normal. Solo eso.

Tal vez es hora de aceptar las cosas no tan bonitas que no se pueden cambiar, y punto.
Tal vez es hora de considerar realmente que lo que para algunos no fue tan lindo para otros puede ser hermoso. Y al final de cuentas el caso es igual para todos. Además, creo que si hay algo que puede convertir a una persona en encantadora es la belleza de una personalidad amable, inquieta, alegre.

domingo, 2 de junio de 2013

Laughing On Lot

May 30th, 2013.

"Leo lo anterior y me pregunto en qué mierda estaba pensando cuando decidí publicarlo.

Bueno... no tiene caso arrepentirme ahora de la extremada resignación de ese entonces.

No se si les ha pasado esto que les voy a contar. A mi me pasa casi todos los días:

Despierto con un animo "neutro", tirado a gris, pero no tanto como en la noche pasada. Llego a la U, me encuentro con el par de amigos de siempre, cambio el switch, cambio el "caracho", y sonrío al saludarles, o después de alguna talla medio suavecita, de esas que se dicen para comenzar bien el día.

Al medio día se me olvida cómo desperté, la paja de salir de la cama y ser azotada por grados menos de la temperatura ambiente, ponerme los jeans que cuesta que suban de piernas pero se bajan de la cadera todo el día, fijarme en qué hora es conveniente salir sin toparme con algún indeseable vecino de pieza y aún así tener tiempo de llegar a la U, ojalá sin esperar tanto rato la micro bajo la lluvia (el viento de Temuco te hace simplemente imposible usar paraguas. Maldito Puelche). A esta hora ya me olvido de que acordé no reír demasiado porque mis dientes son bien feos y mi sonrisa demasiado grande.

Es hora de irse y no quiero llegar a casa. Al llegar cambio el switch otra vez. Con el paso de las horas me pongo más gris incluso que en la mañana, al despertar. No me viene la tonta tentación de reir por todo, o esa incomoda sensación facial que te da luego de que se te cansa la sonrisa, y en eso de que cambias a poner un rostro sereno te tiembla un poquito (y aunque es raro me da miedo, por eso de las parálisis faciales). Bueno en mi pieza, a eso de las 19:00 soy así... gris y sin la necesidad de forzar una expresión complaciente.

Jajaja me acuerdo de las veces que mi hermana me dijo que estaba enojada, mientras yo miraba TV demasiado concentrada. Me daba por fruncir el ceño inconscientemente.

a eso de las 00:00, cuando sé que tengo que dormir, que se viene otro dia... que perdí uno y que no saqué al limpio lo que más quería sacar, me viene el bajón heavy. Pienso en todo eso que me carga en estos momentos. Vivir en una casa ajena, con un par de vecinos que no respetan si quiera el aseo de un baño (el piso aún tiene manchas de vómito desde el sábado en la madrugada), no tener plata, no poder cocinar porque el gas de la cocina no lo compré yo si no que "ellos" y no quiero quedarles debiendo nada, que aun no pago el arriendo completo, que no voy a casa desde hace dos semanas, de mamá que está acompañada, pero sola al mismo tiempo.

Todas las noches me propongo tratar de recordar estas cosas el próximo día completo. Tal vez está bien si me río y me distraigo en la U, pero tal vez no está tan bien tragarme todo y guardarlo para cuando vuelva a mi cuarto y no me quede nada más en que pensar más que en eso, una y otra vez, todos los días.

A veces los impulsos son más fuertes, y a mi razón no le queda energía para hacerle frente a algo más que los Midterms, tests... Informes.

Mañana volveré a reir, contra mi voluntad."