domingo, 31 de marzo de 2013

A mother of no daughters says:

Cuando las cosas se pongan raras, déjalo que sea raro. Hazte la inadvertida, aunque ya lo hayas notado. No caigas en preguntas, no caigas en pesadeces, ni intentes comportarte de la misma forma.

No hay necesidad de manchar tu boca ni tus manos con palabras brutas. Que se le pase cuando se le quiera pasar. Que hable, que te explique, que te extrañe cuando quiera.

No puedes saberlo, o arreglarlo todo. No te impacientes ni te enfades con el o contigo misma. Deja que fluya, sin intervenciones. Luego de un tiempo, si estás aburrida, si no pasa nada, toma tus cosas y vete; tampoco habrá necesidad de explicar nada.

martes, 26 de marzo de 2013

Troubled Childhood

Faltan algunos minutos para la salida del laboratorio y no tenía nada que hacer… Nada más aparte de volver a darle vueltas al asunto de las perturbaciones que pudiese estar experimentando ahora.

Me pregunto, ¿Es posible que se vuelvan a abrir portales que me conectan a hechos perturbadores de la infancia? ¿Qué pudo haber provocado este nuevo quiebre? ¿Será que nunca los superé profundamente, y solo me los “salté”, para poner atención en cosas más importantes?

Es muy seguro que no alcanzaré a terminar de escribir esto ahora. Es un tema más o menos profundo… así que, le daré el tiempo que necesite y lo analizaré con toda calma.

Puedo recordad vívidamente dos situaciones que han marcado mi infancia. Una de ellas es la que suelo mencionar siempre… ya saben. Mi quiebre familiar, mi perdida. Como sea, no me referiré a eso en esta ocasión.

Tenía seis años y entré a un colegio nuevo cercano a casa. Estaba llena de entusiasmo pero más que eso bastante temor. Ess muy probable que no haya podido dormir la noche antes al primer día. La primera fue chocante. Puedo recordar como un chico hacía pataletas a la puerta de la sala, tomandose del tobillo de la mamá, implorándole que le llevase a casa. Luego yo misma comencé a estresarme similarmente. Solía lloriqueaarle a mamá o a papá en la puerta del colegio. Dentro del curso no pude hacer amistades. Las niñas me ignoraban y los niños me molestaban, rompían mis cosas… luego de esos primeros días me dirigí a una inspectora, y al director de turno, para que me cambiasen de curso. Todo eso lo hice yo sola. Aun no entiendo cómo es que lo logré.

En el nuevo curso las cosas no fueron mejores… pese a que hablaba con algunas niñas y los niños no me hacían problema, hubo solo uno en especial que me vio y eligió como víctima. Por respeto a él y a su familia no diré nombres. El asunto es que el niño en cuestión me ocasionaba grandes estragos emocionales, mariposas en la guata, lo que sea; cosa normal a esa edad, me imagino. Y me imagino, además, que no era la única que pasaba por lo mismo. Pero tal vez si era la única que reaccionaba de formas particulares. Una de ellas eran mis reales malestares estomacales, sensación de claustro, sonrojamiento, llanto… Simplemente no podía estar a menos de 1 metro suyo.

Esto ocurría siempre, pero una ocasión especialmente retorcida. No sé cual era el tema de mi exposición pero ahí estaba yo, delante de mi grupo curso. Tal vez me temblaban las piernas y la voz sonaba alienígena. Adelante o atrás de los demás, estaba él. Se había puesto su chaqueta del colegio en la cabeza. La única que podía verle era yo. Puede que la profesora no estuviese adelante, si no que atrás. Porque solo recuerdo my bien una cosa: yo era la única que veía su rostro. Yo era la única que veía sus ojos de retorcida fascinación. No me sonreía. Se reía de mi.

Estaba tan segura de esto porque se repetía cada vez que había algo importante que hacer en frente del resto. Vestirme de algo ridículo, recitar un poema, cantar, bailar (sobre todo bailar, era mi mejor debilidad). Ahora último, que me cuestiono de todo, he llegado a poner en duda si esto fue real o parte de mi imaginación. Pero luego pienso: “Claro que no! Lo viví, aunque no hubieran testigos a mi favor. De verdad pasó”.

La cosa se fue repitiendo durante todo primer año básico. Yo lloraba, no quería ir al colegio, me agarraba de las sábanas en las mañanas, exponía a solas con la profesora… algunas me agarraban mala, una que otra niña comenzaba a burlarse de mi…

En segundo básico tuve que confeccionar un par de títeres de calcetines. Uno de ellos tenía el pelo hecho de gruesos hilos fucsia. Al final de la segunda clase de trabajo tendríamos una presentación individual de ellos. Ese día me sentí mal (y sabía por qué; qué ocurriría luego). Me la craneé un rato y cuando me decidí de hacerlo pedí permiso a la profesora para ir al baño, aunque no fue allí a donde fuí.

Crucé el patio pero doble a la derecha y caminé hasta el fondo del pasillo, hasta llegar a la oficina de la inspectora, mamá de una amiga mía, hasta el día de hoy. Ella habrá creído que era por lo de siempre, porque me sirvió un té de manzanilla con esas gotitas que decía eran para hacerme sentir mejor (en realidad solo era agua). Al final le dije todo. Ella fue la primera en saberlo. Se encargó de ubicar a mi profesora jefe, que tenía clases en un salón del pasillo del frente. A esas alturas, mientras acortábamos distancia hasta llegar a la puerta de ese salón créanme, mi pulso era tal, que fácilmente me hubiese ido de paro cardíaco. Llegamos allí y ella le puso al tanto de todo… Mi profesora no hayo nada mejor que llamar a este chico y ponerlo allí mismo, frente a mí. Cuando llegó su cara de consternación fue notable. El era un chico de películas, pienso. Su actuación fue digna de un Oscar.

Le preguntaron de todo, de que si era verdad que me había estado acosando, burlándose, espiándome, incomodándome, o como se le llame a eso que hacía. El lloraba y lloraba y tartamudeaba, y las miraba a ambas. A mí, apenas. Decía que no era cierto, que si a veces reía era por las bromas de los demás chicos… que no había nada particular conmigo. Mi grado de impotencia se disparó mucho más que mi vergüenza. El plan que había planeado y ejecutado con tanta dificultad se había desmoronado, igual que la fe que podía tener en mi verdad; en LA verdad. La profesora nos hizo tomarnos de la mano, y prometer que seríamos a lo menos buenos compañeros. Y ese, fue uno de los actos más humillante que me han tocado hacer.

Recuerdo que a la semana siguiente de eso tuve que hacer mi presentación sola. Nadie aplaudió, nadie río. No hubo nada. Las cosas se normalizaron por un par de meses. No hubo observatorios de parte del chico ni nada. Pero como dije, eso fue por un par de meses. Los años fueron pasando y ambos nos olvidamos de nuestro compromiso (totalmente predecible. No puedes pedirle a niños de 7 años comprometerse a algo tan profundo como aquello. Independiente de que sea lo correcto). Los observatorios psicopáticos regresaron… y yo ya no podía acudir al mismo plan. Estaba algo más grande, y había perdido mi credibilidad.

Fue entonces cuando a la mala (y de verdad, no sé cómo), tuve que empezar a reforzar mi desarrollo personal, tragarme la vergüenza, aunque el chico siguiera obsesionado con mi vulnerabilidad. Más o menos en quinto grado, comencé a ganarme buen protagonismo aportando en clase, sacando buenas notas, e incluso, haciéndome de una o dos buenas amigas.

La verdad es que a pesar de todo, siempre nos hicimos los lesos. No nos llevamos tan mal. Su mamá y tía eran bien amigas con mi mamá, y nos vinieron a ver cuando ocurrió lo de papá. Supongo que fue el acto más bondadoso que hizo en su vida por mí, y yo prefiero quedarme con eso.

Terminando octavo básico nos separaron de cursos, y en segundo medio me fui a estudiar afuera. Cuando regresé al año siguiente no había noticias de él. Se había ido a estudiar a otro lado… o tal vez no. Sus andanzas no eran buenas y optó por no hacer nada consigo mismo, más que hundirse.

Hace dos años recibí una llamada telefónica de una apoderada del curso. Era para mamá, pero fui yo la que respondió. En la llamada me dijo que el chico se había suicidado, el día anterior. La noticia me conmovió, pero no sentí nada. Fue como en el funeral de papá, cuando trataba de llorarlo, pero no me salía llanto. Serenamente y luego de un silencio más o menos anormal le expresé mi pésame, comprometiéndome a estar en su ceremonia funeraria al día siguiente.

Para su funeral nos reunimos muy pocos ex-compañeros. Su prima, que también estaba en nuestro curso, no podía verme la cara. Me agarró rencor hace unos cinco años. Dejé de hablarle por unas cosas que le presté y jamás devolvió, y por sus juntas, que tampoco eran muy buenas. Pero de todas formas, estuve ahí… por respeto, por qué se yo.

Nunca más volví a hablar del tema con mi profesora… he pensado que tal vez en unas de mis visitas al colegio puedo abrir una ventana de esto… preguntar cosas. Preguntar si alguna vez creyó en mí. Anda más ocupada que antes, pero es seguro que tenga tiempo para mí. Aunque sea uno my corto.

Bien, en parte este recordatorio me hace tener las cosas más claras. Me dio un poco de miedo repensar en estas cosas, de primera. Algunos dicen que es insano. Yo me incliné por el lado de la curiosidad. Si no me mató antes, no tiene por qué hacerlo ahora. Y la mejor manera de eliminar los miedos no es archivarlos inconclusamente y enterrarlos en memorias. Es retomarlos, y en la medida de lo posible, enfrentarlos.

jueves, 21 de marzo de 2013

miércoles, 20 de marzo de 2013

Mientras veía el video que subí anteriormente, hubo lapsus en que se me pudo olvidar todo. Solo era yo aprendiendo un poco más de una de las cosas que más amo, mediante el uso del lenguaje que estudio, porque en cierta forma también es algo que amo.

Recordé cuando en la casa sonaban fuerte los clásicos que papá escuchaba con entusiasmo, agregándole agudos y vibrantes silbidos. Me dieron ganas de ir por cada cassette de su colección y traérmelos, y pasar tardes enteras sin más que escucharlos.

despertaron en mi las ganas de volver a intentar a escribir algunas piezas músicales. La clave puede estar en reconocer lo que se está sintiendo, y luego "desmenuzarlo", estirarlo, convertirlo en un torrente de adrenalínicas, suaves, alegres, o estridentes emociones.

A veces pienso que es más fácil hacer arte cuando estás lleno de todo eso. Es solo que hace tiempo que no escribo, ni canto, ni toco guitarra, ni dibujo en grafito ni intento canciones... a la tarde viajo a casa. me gustaría traer mi guitarra, para practicar a solas, aunque sea sin sonido amplificado. Pero a mamá le asusta que me distraiga. No sabe que la música puede ser tal vez un impulso a mi desarrollo académico. Si tan solo pudiese sincronizar ambas cosas...

domingo, 17 de marzo de 2013

La clase de gente que prefiero evitar

Simple... si te identificas conmigo, probablemente hayas pensado igual y tal vez esto te vendría bien. Es que hay personas que simplemente no atornillan al mismo lado que yo... No los odio (no me siento capaz de odiar a nadie), pero no soporto tenerles muy cerca.

-Gente que aun cree que las películas son mejores que los libros: Please... cualquiera sabe que la película es la limitante reducción de un universo literario completo a una serie de imagenes creadas con un presupuesto sinematográfico mediocre, en comparación al sin fín de atmósferas que puedes imaginar sobre una historia, cada vez que lo lees. Me gustan las películas, son divertidas y a veces te enganchan más que 500 pags de letra tamaño 11, por el simple hecho de que estamos acostumbrados a la flojera de no leer ni utilizar la materia gris (cerebro), para la creatividad y la imaginación. Pero al libro... al libro lo amo.

- Gente que no solo difiere de mi preferencia musical, si no que la menoscaba: No soy de inflar el pecho por escuchar ALGO de prog. rock, o metal, o un poco de indie o british rock... Es cierto que ahora escojo artistas con la punta de una aguja, y no me gusta la música popular... pero no acostumbro insultar al resto por sus preferencias (a veces lo hago solo de broma).

-Gente que no valora mi estudio ni mi arte: Si no tienen una pizca de fe en mi como profesora o como música, JÓDANSE.

-Gente que no me toma en serio: sobre todo esto va para los mayores, que no entienden que una aún siendo joven tiene una identidad que respetar, y una habilidad de crítica a veces más acertada que la de ellos.

-Materialistas idealistas: en otras palabras, gente que se pasa el año completo craneando en donde pasará las próximas vacaciones de verano, habiendo otras cosas más importantes en las que pensar o hablar. Lo heavy es que a veces apenas cuentan con dinero. El tiempo y la plata se les va en pura porquería, mientras hay otros que se esfuerzan por sacar adelante a una familia, o una comunidad, o a si mismos. ¿Habrán pensado alguna vez en la gente que cada día pasa hambre y frío en la esquina de su mismo barrio? ¿Habrán visto los noticieros, sabrán de la situación de un país? Probablemente siguen jugando a ser niños.

-Gente que hasta el día de hoy defiende y celebra a la dictadura chilena: para mi, el horror y las muertes de inocentes de esos años es injustificable. Y por favor, no quiero leer comentarios graves ni descargos a mi persona (Suuuper común en otros lados) en relación a esto, porque no he insultado a nadie (aún); yo solo tengo claro que abusar del poder para matar es de perversos, y no me hago la ciega ni la sorda ni la desentendida respecto a capítulos negros de la historia.

-Gente que cree que soy comunista: por como me expreso o por mis opiniones. Y lo gracioso es que tienen un concepto tan básico, y tan equívoco de lo que es ser comunista. Se quedan con la imagen del comunista contemporáneo, que no entiende ni muy bien ) de los principios originales de un comunista (ni se va a detener a entenderlos, porque de seguro leer a Marx [a quien apenas habrá conocido al oir "marxista resentido" o "marxista culiao'] le da paja., y ya se puso la piocha roja y salió a desmadrar una ciudad. Yo soy humanista, constructivista, y pacifista. no creo ni me afilio a ningún partido político, porque hasta la misma izquierda de hoy me decepciona.

-Gente que no para de hablar de si misma: Estar con ellos es como presenciar un eterno monólogo. ¿Que esperarán? ¿Que una se ponga de pie y les aplauda como si acabara de oir una verdadera revelación? Lo peor es que sus historias u opiniones ni son tan acertadas, o entretenidas. De veras, yo prefiero quedarme todo un día frente a una pared antes de seguir siendo el eterno expectador de su ego (Probablemente, la pared sea mejor oyente que ellos).
     Si yo quisiera hablar de mi puede que me tome tanto o más tiempo que ellos. Hago hartas cosas y me gusta reflexionar y opinar. Pero hay algo que se llama humildad, que me hace olvidarme de lo que tengo. Es algo bien escaso que tenemos los que creemos en sueños más grandes que la fama, o el reconocimiento social.

-

viernes, 15 de marzo de 2013

Well it's me. I'm in the laboratory of the University, trying to stay interested in my autonomous hours (doing a few gramatic or listening exercices, wich after 30 minutes use to get booring). I like to complement them watching interviews, but I feel I'm not concentrated... I haven't eaten well. In fact I just drunk a cup of milk and coffee in the morning and my last food was yesterday, when I went out with two friends.

Anyway... these kind of things are completely normal when it's starting an independent life style.

My mom called me yesterday. She asked me if I would like to go home this weekend. I said I prefeer the next weekend. She took me by surprise... Maybe I'd said "yes" if she had called me on wednesday.

Now I'm looking for more studies and investigations about social phobia. There are some symptoms that I've   recognized in my own behavior. The good thing is that, in most of the cases, they appeared in punctual situations. Sometimes it's because I start to think about it... Or in other cases, they start suddenly.

Now I asked myself: why I didn't work about it on the last semester insteed Adm. of Time? Because I hadn't read any information about it, so that I didn't realize that it's what I had been feeling.

I'll keep it in mind... read more about it, go to a psychological session, or talk it with some teacher (Like Enrique Riquelme, a Psychologist who teached me about Freud, Kolb, Kohlberg, Piaget, Ausubel and Vygotsky in Person and Learning).

Ok, I'm leaving now. My friends are here and we are talking about registering at the University Orchest. Yay.


miércoles, 13 de marzo de 2013

Ya van dos veces o más en las que he soñado que discuto fuertemente con mi hermano mayor. No sé que significa, porque ni he pensado en esas cosas, al menos estos últimos días... Creo que pudo ser alg peor que los otros sueños. Cuando desperté aún sentía un odio tremendo, pero no recordaba la razón. Solo recuerdo que dije algo así como "Dile que no quiero nada" a mi mamá. En eso aparecí denuevo en mi cama. Antes de que a él se le ocurriera alargar más el royo. A todo esto, hace unos días le dió por llamarme por el pseudónimo "paulistique", y agarrarme para el hueveo levemente. De primera me perturbó porque facebook ya estaba cerrado para ese entonces. ¿Entro a mi una de mis cuentas? ¿Ha estado aquí? Probablemente sí. Justificado o no, ha de tener la curiosidad de hermano mayor que muchos de sus semejantes tienen. Bueno cosa suya, en todo caso.

Bien 2º vez que sueño así y eso si es mayor motivo de intriga, porque hasta ahora no tengo nada tan grave como para enfadarme con él.

Y ya se me hizo tarde de nuevo.

Fobia Social: Sistema Cognitivo


Aparecen dificultades para pensar tales como imposibilidad de recordar cosas importantes, confusión, dificultad para concentrarse y dificultad para encontrar las palabras. Por otra parte, existe una tendencia a centrar la atención en sí mismo, concretamente en los síntomas somáticos y autónomos de ansiedad (especialmente los visibles), en las cogniciones y emociones negativas y en los propios errores. Además, pueden distinguirse varios temores básicos, ligados muchas ve-ces a normas excesivamente elevadas de comportamiento:
- Temor a ser observado.
- Temor a sentir mucha ansiedad y pasarlo fatal. Temor a tener un ataque de pánico.
- Temor a no saber comportarse de un modo adecuado o competente (p.ej., miedo a decir cosas sin sentido o embarazosas, miedo a cometer errores sociales).
- Temor a manifestar síntomas de ansiedad (rubor, sudoración, temblor de manos, voz temblorosa, bloqueo, vómito, ataque de pánico) que puedan ser vistos por los demás y/o interferir con la actuación.
- Temor a la crítica y a la evaluación negativa. La persona teme ser vista como ansiosa, incompetente, rara, inferior, poco interesante, aburrida, poco atractiva o estúpida.
- Temor al rechazo, a ser dejado de lado por los demás como consecuencia de su evalua-ción negativa.
- Temor a que la evaluación negativa de los otros indique que uno deba tener una visión negativa de sí mismo.


Arturo Bados Lopez 
Universidad de Barcelona
2005

Documento completo:
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/359/1/114.pdf

lunes, 11 de marzo de 2013

Mala cueva, No soy así no más.

Al final ni sé para qué junté tanto rencor… si soy igual que ella. Tonta, para algunas cosas. Deberíamos encontrarnos las dos un día y tomar el té. “I know that feeling”, le diría. Después de todo me mando las mismas cagadas que ella. Y lo que es peor, me las mando después de ya conocerlas.

Tampoco sé para qué chucha junté rencor por él, si fue como cualquier otro en su situación, pienso. Cualquiera hubiese decidido de la misma forma… bueno, casi todos.

A ella le fue bien, solo eso le diferencia de mi. Pese a estar jugando su rol yo estoy consciente de lo tarada que parezco a veces… Ella no. Ella era tarada y no se tal vez ni se ponía freno alguno (no sé nada de ella, ni me arriesgo a un psicoanálisis). Creo que era tarada, y linda, y aun así, le salió bien. Yo estoy hecha un manojo de cuestionamientos. Me cuestiono para decir cosas inteligentes, o estúpidas. Me cuestiono para todo, últimamente.

Ella se pone esos shorts a medio muslo, con la pierna cubierta de un tipo de panti que yo no uso desde los 5 (rayitas, lunarcitos, corazoncitos…). Anda con una amiga, que se vistió casi igual, pero no se ve mejor que ella (No tiene su porte, su pelo, su contextura). Le importa poco si cuando habla le entienden, si se equivoca o no, o si le comprenden. De todas formas la mirarán. De todas formas él se volteó a mirarla solo a ella. Vaya a saber una por qué.

Ella tal vez va y se le abalanza encima. El reacciona consternado pero en el fondo le gusta. Le gustó eso de tener su cuerpo encima y tan cerca. Claro que se lo guarda, o hace como que nunca se le paso por la cabeza semejante idea.

Yo no soy así, vale… Yo solo fui Blanca Nieves y escupí la manzana envenenada que no tenía que escupir, y se rieron todos, antes de que llegase a desmayarme, antes de que los enanos me mandaran a un ataúd de cristal y antes que el príncipe me diera el beso de la vida. Torpe hasta para hacerse la tonta; hacerse la princesa.

Mala cueva. Ella lo hará mejor que yo. Un día se encerrará en el baño de la Suit de Hotel por 44 minutos y cuando habrá, él solo verá como una manzana roja con extremada cantidad de transgénico rueda del baño al dormitorio y después saldrá ella, gateando lentamente con un vestido ni la mitad de corto que el mío. La actuación será bien de mierda, pero eso no es lo importante. Lo importante es lo que a él le está pasando en ese momento.

Cuesta asumirlo ah. Pero es cierto. Para mí, mala cueva, por ahora. Lo acepto, y acepto no hacer nada. Ni cortarme las venas en horizontal (patético, permítanme decir), ni tratar de ser quien no soy, por un sorbo del placer que no he probado jamás.

Como dice Neil Gaiman, basta de mortificarse por lo que no tengo, por lo que no me queda bien, por lo que no soy buena haciendo, por lo que se fue. De lo que me queda, puedo crear cosas nuevas.

De lo que me gusta, de lo que soy buena, de lo que no se necesita ser bonita ni tonta, ni completamente feliz, haré BUEN ARTE.

jueves, 7 de marzo de 2013

Primer día de U, segundo día en mi nuevo hogar. Comienzo a sentirme más cómoda y relajada. Los trámites universitarios se han facilitado, me reencontré con algunos amigos, he conocido profesores agradables y sí, sostenerme con mis propios pies se está haciendo más fácil. Ya lo dijo mamá, y mi hermano. "Tuviste suerte cabrita".

"Alguna vez que me toque a mi", les dije...

Esperemos que las cosas sigan marchando bien y que este sea un buen año C:

Ando bastante cansada. Estos últimos dos días madrugué. Anteayer me levanté a las 5 de la mañana para salir en el auto a las 6. Vine con toda mi familia. Fue un día agotador pero productivo. Todos acabamos satisfechos y dejamos las cosas en orden. Hoy fue un día más relajado, pero acarreé los achaques de ayer, junto con que me pilló el primer frío de la primera noche Temuquence.

Por mi cansancio, dejaré esto hasta aquí. Otro día continuaré contando más de estas nuevas experiencias... expresándome o aportando de otra manera.

martes, 5 de marzo de 2013

Fobia Social (según Wikipedia)

Como cualquier fobia, se centra en un miedo intenso, persistente y crónico (grave para considerarse fobia) a ser juzgado, avergonzado, humillado o hacer el ridículo, que se pone de manifiesto en varios tipos de situaciones, entre las que destacan:

Hablar en público, como intervenir en clase o realizar una exposición (glosofobia)
Reuniones sociales en las que tendrá que relacionarse (fiestas, eventos, etc...).
Encuentros inesperados con conocidos, familiares, amigos, etc.

Estos temores pueden ser desencadenados por medio del escrutinio de las acciones de los demás. El sentimiento de miedo es tan intenso, que en este tipo de situaciones la persona se pone nerviosa tan sólo con pensar en ello (ansiedad anticipatoria), e intenta esforzarse para controlar o suprimir la ansiedad. Estas situaciones y otra serie de sucesos hacen que el que la padezca se sienta inseguro, acechado, incómodo, con sensaciones intensas y desagradables acerca de lo que pueden estar hablando, pensando o juzgando de él (cierta paranoia), y síntomas evidentes de ansiedad. Si bien el miedo a la interacción social puede ser reconocido por la persona como excesivo o irracional, su superación puede ser bastante difícil. Los síntomas físicos que acompañan a menudo el trastorno de ansiedad social incluyen rubor, sudoración profusa (hiperhidrosis), temblores, palpitaciones, náuseas, tartamudez, a menudo acompañada de un discurso acelerado. Pueden ocurrir ataques de pánico en virtud del intenso miedo y malestar. Un diagnóstico precoz puede ayudar a minimizar los síntomas y el desarrollo de problemas adicionales, como la depresión.

Las situaciones temidas pueden ser numerosas, y en este caso se trata del subtipo generalizado (fobia social generalizada) (ej. concurrir a fiestas o reuniones, conocer gente nueva, participar de pequeños grupos de trabajo, realizar conquistas amorosas, etc.) o únicas y específicas (fobia social específica), de subtipo discreto (ej. dar un discurso, actuar frente al público, ir al baño cuando hay personas en el ambiente contiguo, etc.).

Para la detección de trastorno de ansiedad social se utilizan escalas estandarizadas de calificación como el "Inventario de Fobia Social" que cuantifican la gravedad de la fobia social. Una persona con este trastorno se puede tratar con psicoterapia, medicamentos o ambos

viernes, 1 de marzo de 2013

16/01

Esta es otra entrada sin título, sin fundamento, sin razón. Hace ene que no se me antoja escribir... Con el paso de estos últimos días la moral se me ha ido cayendo. Me paso los días aburrida, sudada, sin ganas de salir ni saludar gente, esperando que llegue el siguiente. Lo único bueno que me ha traído encontrar pega, aparte de la plata (que por cierto es bien miserable), es que el reloj parece andar más rápido. No saben cuantas ganas tengo de que acabe enero, y febrero.

Otra cosa graciosa es que junté un montón de lectura y películas y comics (si. Entre a la literatura ilustrada ahora) y juré de guata que completaría todo antes de marzo y llegaría a un nuevo demoledor año de U de lo más culta y ready. LIES! Para hacerles una idea, aun voy en la pag 10 de mi libro de gramática noruega y con raja sé que mor es mamá, y far papá. Igual dejé a medias La Ultima Niebla de la Bombal. Al final caché que mi amigaza es super cachonda y sus historias tal vez no van mucho conmigo (porque qué mierda tengo yo de cachonda y sensual xD).

vengo aquí por caer bien. Al igual que hace poco me dio por componer canciones, por simpatizar al oído ageno. Llevo como cuatro y aún no logro que me me gusten así como para sentir un dolor en la boca del estómago. Así como "wow, esto es perfecto". Eso pasa cuando haces las cosas obligada, más que por mero placer. El arte no es algo que puedas hacer sin "sentirlo". No puedes escribir letras sentimentalmente fuertes si no hay un torrente de tragedia corriendo junto a tu sangre. A ratos sí. Siento chispazos fuertes y se me ocurren melodías y letras cool. trato de registrarlas de inmediato, en formato mp3 o word, si es un escrito. un amigo escuchó un tema que escribí y compuse y dice que le gustó... me dice que siga escribiendo. Yo pienso que la música requiere más trabajo que simplemente escribir versos o historias. es componer pensando en la letra y la emoción que hay dentro de ella. Es complejo, así que me iré despacio por las piedras.

que lata... me siento vacía y aburrida en muchos sentidos.
Ah... BLOGGER anda como las hueas. tenía que decirlo.

Less than perfect, but beauty.

Cada 8 de noviembre, Patricia visitaba el Café de la Esperanza, ubicado en una esquina de los barrios antiguos de la ciudad. A las ocho de la mañana leía "El Árbol del Conocimiento"en una mesa a mano izquierda de la barra, acompañada de torta milhojas y, obviamente, un café con una y media de azúcar. Este año se cumpliría el quinto aniversario de dicha tradición, de la cual nadie, aparte de tres personas, tenía conocimiento. Una de ellas, era Amelia, dueña del Café.

Cada 8 de noviembre, 20 minutos después que Patricia, un afuerino entra al café tomando asiento a la derecha de la barra. Ella sintió su voz calmada saludando con dos palabras (“Buenos días”) a la señora Amelia, quien cada una de las veces que lo veía en el umbral, sufría la vertiginosa sensación de que podría ser la última.

Patricia nunca mira más que su espalda. Él nunca ve más que su boca y nariz, descubiertos por los lentes de sol.

Patricia escribió una breve frase en una agenda. Una frase más corta que hace años atrás. Le habla a la mesera en el oído, y le pide poner una canción. Este año era su turno. Escogió Jeanne, de Air. Pone cariñosamente la nota en su bolsillo, con una propina.

Dio la vuelva a la página rasgada, y volvió a escribir. Dio una vista rápida a lo que puso allí y luego, dobló el papel y lo depositó en un cofre de madera marrón. Bebió su café de un gran sorbo. Se le había enfriado. Entonces Pidió uno más. Mientras tanto, el afuerino se puso de pie dirigiéndose a la barra. Le entregó una bolsita gris, tejida a crochet. De paso le pidió un café más.

La joven mesera se acercó a Patricia con su café y la bolsita gris. Patricia le agradeció nuevamente con una propina. Permaneció unos segundos mirando la bolsita. Sus tejidos, sus formas, su textura… En eso, la mesera ya estaba al otro extremo, sirviéndole el café al afuerino y haciéndole entrega de la caja de madera marrón.

A Patricia el pulso se le duplicó por cada segundo. Abrió la bolsa, encontrando como de costumbre una nota, la cual leyó antes de ver el resto del contenido. En cuanto terminó de leer, fue por lo demás, y sonrío.

El afuerino bebió de su café y abrió el cofre. Al ver el obsequio entendió el contenido de la nota. Por primera vez, se río: Eran papelillos de marihuana.

Patricia se puso de pié y se despidió de Amelia, quien le vio con gracia el par de aretes que no lucía cuando entró. Al salir, se recogió el cabello con un palillo. Cruzó la calle y desapareció lentamente, a pie.

Veinte minutos después, el afuerino también se marchó.



“Que el brillo de la sonrisa que hoy no vi, se refleje en este obsequio. Espero que te agraden.”

“Acude a este obsequio cuando respirar hondo no sea suficiente. Doy palabra de que sí funciona.”