martes, 25 de febrero de 2014

Inminente

Laura Pausini, la gata con ganas de regalonear,los pasajes comprados con anticipación... yo en pijamas, diez para las tres. 

Pasado mañana regreso. Ya me siento ahogada, pero vacìa. Tal vez el vacìo me ahoga. El vacìo, ausencia de todo, de aire, también. Entonces ¿Cómo se puede respirar?

Bajo la cartulina que Belén me dio para mi cumpleaños, la que tengo frente a mi cama desde los 18... escuchò la canción que me escribió. Aun no le llamo por la muerte de su abuelo. Sé que está en Yumbel. Sé que le dieron sedantes para dormir. 

He hablado con Cecilia... con la única de allá. Los demás se están divirtiendo, de vacaciones, no los quiero molestar. Con ella hablo y no me siento juzgada. Tarde o temprano responde. Eso me agrada. 

Tanta ropa que ordenar... me regalaron más de lo que creí, jaja. Y yo soy tan ingrata... Al menos intento cumplir con ir a darle comida al gato blanco de la Carola, día por medio, al menos... En pago de las veces que no consideré ir a hacerle una visita... En pago por las veces que ella vino. 

La mayoría del tiempo quiero quedarme en cama. Los últimos días despierto con ganas de seguir durmiendo. Pero se siente mal. Mejor levantarme y andar como fantasma... intentando salir del 'inmovilismo' del que tanto habló mi tocayo Freire. 

Quiero que sea tranquilo. Que el profe me deje cambiarme de sección, o acepte mi topón de una hora... Que no corra tanto viento en el invierno. Que no me dé gripe más de una vez... Que Natura no me deje en Dicom, que los gorros se vendan... Que no pase nada demasiado emocionante.

Recuerdo que dejé el abrigo blanco en la lavadora, con la blusa transparente que nunca uso. Lo llevaré limpio, con el fucsia que me dieron ahora último. Es lindo, la verdad. 

Tal vez me preocupo demasiado. Pero así soy. Vuelo pero no tanto. Con horizontes cercanos. Con la mirada agacha, más puesta en mis pies, temiendo dar pasos en falso. Temiendo caer. 

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