domingo, 2 de febrero de 2014

Ayer llegue del río, con mi hermana, mi primo y su polola, a eso del medio día. Fuimos el jueves en la tarde, al mismo camping al que vamos en año nuevo con mi hermano. Andábamos además con la una amiga de mi hermana, su hermano, y otro amigo de mi hermana que acababa de llegar de santiago a pasar unos días. Pasamos dos noches de fogata, chelas... un par de risas, chacharas pendientes... algo de curadera, nunca demasiada, como para perder la cabeza, como me hubiese gustado tal vez.

Febrero... dos de febrero y la cuenta regresiva se hace inminente. De aquí en adelante tomo mis copias, estudio un poco, me saco de la cabeza que voy a disfrutar mis días más que en Enero... Tomo las copias y leo de vez en cuando, para que no me pille mal parada la vuelta a clases. 

Hablaba con Karem, la polola de eduardo, en el camping, de las clases... de mis miedos como profe. Ella salió de Pedagogía en Historia. Este año trabajará en la tesis y hará su práctica de internado. Me hablaba de sus estrategias con los desordenados... de ganarse al más malo de la clase... entre otras cosas que siento que me quedan grandes. Ni siquiera soy capaz de rebatirle una idiotez a mi hermana y seré capaz de establecer respeto en una sala. 

Ayer salí con Bernarda a eso de las seis... estaba incómoda al principio. Mi celular se me descarga rápido y tengo la costumbre de dejarlo así por uno o dos días... no había hablado ni salido con ella hace una semana más o menos. No se sintió, por suerte. Fuimos al centro por una funda para su celular, por unas papas fritas en un local cerca del recinto. Al salir decidimos ir allí a ver quien hacía música... Al ver a la virgen María con su manto celeste supe que eran los chicos de la comunidad católica a la que solía participar. No tengo malos sentimientos hacia ellos, pero no quería verlos. Me incomoda pensar que no les agrado por mi partida. 

Bernarda dice que soy una perseguida, y tiene razón... nos sentamos al fondo del recinto, y le tome un par de fotos. Nos fuimos rápido, a petición mía. Me llevó a una ropa americana y me traje un polerón de gamuza burdeo, o algo así.

Denme un par de años más, y tal vez tenga que arrancar y mudarme de ciudad de nuevo.

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