“Tonta”.

“Sola”.

“Muerta andante”.

Han vuelto. Y Esas fueron las estacas que mamá clavó precipitadamente en mi apenas entró en el cuarto. Corcheteó en mi frente tales etiquetas, en medio de un sentido monologo titulado “No te entiendo”. Todo porque no quise ir a la primera salida familiar. Las primeras vacaciones.

…Que cuando termine mi carrera podré hacer lo que quiera.

Irme a la mierda si quiero, supongo.

Sonaba bien cuando me lo decía a mí misma. No suena bien cuando viene de la boca de la única persona que considero realmente familia.

No sé si esperar al pago del próximo 19 para reservar pasajes e irme antes… eso es lo que quiero ahora. Pero si lo hago será para peor. Supongo que los próximos días no serán lo mismo acá, pero al menos ya van quedando unas dos semanas.

Otra cosa es que sigo dependiendo de mi hermano para pagar mi matricula… y pensión. El tiene plena libertad de quitarme lo que me ha dado por esto. Él puede hacerlo, y sé que se le ha pasado por la cabeza. Puede que un desesperado plan B sea hablarle a mi madrina, contarle mi situación… y pedirle que si en el peor de los casos puede ser ella la que corra con el primer gasto mencionado. Aunque claro… con qué cara… si como ahijada también he sido ingrata. Por supuesto, esto también es una voz de alerta para buscarme un trabajo. Y No. Natura no es un trabajo.

No puedo sacarme de la cabeza la idea de que todo esto es demasiado injusto.



Son diez días más… Solo diez putos días más.