El relato anterior es extraño, lo sé. Pero tiene un sentido lógico, supongo. Esto por el solo hecho que durante el transcurso del sueño todo parecía ser parte de un contexto normal y posible. Más aún... creo que son un conjunto de símbolos que interactuando entre sí representan una parte profunda de mi propia mente.
Él. Supongo que su presencia puede representar un deseo frustrado de una relación que no volverá, y que cuyo término no fue precisamente de mi interés. Tal vez una parte ingenua de mi consciencia sigue pensando e idealizando este aspecto... A pesar de que ya ha pasado tiempo, y me encuentro en una situación social diferente.
Las monjas. Ellas representan las normas y expectativas sociales. Una parte de mi las trajo a escena porque me hacían recordar lo correcto para mi. Aún no entiendo por qué fueron precisamente monjas y no... mi mama, la dueña de la casa en la que vivo... o alguna inspectora de internado. No sé que tienen de especial las monjas. Solo sé que fueron mi cable a tierra.
Y yo... finalmente encarné mi propio discernimiento. Mis conclusiones y decisiones fueron y son el resultado luego de la tensión entre mis deseos insensatos y mi moralidad. Al final de todo, les hice caso a las monjas. Puede ser un buen indicio.
Tal vez ese deseo se reemplace por otro más viable dentro de cinco días.
Y tal vez no hayan monjas de por medio.
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