miércoles, 19 de marzo de 2014

Perception > Production

Es dificil creer permanecer en los laureles, en el paraíso en donde no ocurre más nada... encontrar el destino esperado y sentarte allí por más de 24 horas... simplemente a asumir que desde entonces hasta quizá cuando no habrá drama. No habrá mucha necesidad de algo más. 

Los paraísos terrenales no existen. Y los que existen... pronto se vuelven calvario, monotonía. 

Yo no puedo apagar mis antenas, hacer "cierre de recepción" de toda señal de mi entorno. De la situación comunicacional que tenemos... de los actos de habla que van y vienen... que parecen recíprocos. Yo no me compro tanto lo recíproco. No me compro la historia de la estabilidad... 

Yo permanezco inconsciente, prestando atención a los silencios... a la ausencia de algo... al tema repetitivo... a los ciclos... a lo irregular. 

Percibiendo señales... percibiendo lenguaje no-intencionado, indirecto...

Y lo que expreso no es ni la mitad de lo que baila en mi pensamiento, así como lo que está allí dentro no es jamás el símil de la realidad... de las verdaderas señales. 

En un mundo complejo, retorcido, cambiante, uno no es más que un loco queriendo entender y capturar tantas verdades... interpretar perfectamente. Una constante guerra con nosotros mismos. 

Constante disconformidad. 

Y lo que tengo que decir, jamás te será comprendido.

Lo que siento... jamás podrás sentirlo.

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