miércoles, 5 de diciembre de 2012

The Coldness Against The Coldness.

“Antes solía mirar a minos como ese”, me decía la Fran, mientras veníamos en la 1V de vuelta a casa y vimos al tipo ese, casi al llegar a Las Encinas, con una cortina de pelo que casi tocaba sus hombros, con una delgadez cubierta por una camiseta gris; con una palidez en su rostro que parecía revelar que el más helado Señor Viento Norte vivía y gobernaba un mundo de eterno invierno dentro de su piel. Igual, creí que solo yo me había percatado de él. Jo! Luego me platicó un rato sobre un ex, que se parecía y gustaba del metal.

“Enigmáticos; así son estos tipos”, me dijo. Este era un concepto que yo ya conocía bien.

A veces voy por la calle y me encuentro con gente así. Gente que tiene esa pinta de prejuiciar subestimadamente a todos, de creerse superiores (por no estar a la moda, porque practican yoga, porque andan con un libro de 1000 pags. en el bolso de cuero o sin marca, o qué se yo). Y te miran de arriba abajo, armándose una idea bastante infantil de ti. Cuando les veo me renace un resentimiento. Me dan ganas de quebrarlos. Sin embargo no hago nada. Justamente en eso se basa mi respuesta; en no responder; en no sorprenderme ni inmutarme por su presencia. Yo solo paso con la misma (o peor) cara de hielo, mirando al horizonte, el suelo o al setlist del reproductor de mi celular, mientras voy subiéndole el maldito volumen al Progressive Rock o lo que sea que tenga al deleite de mis oídos. “Para no mi existes. Deja de adjudicarte importancia, perfecto desconocido”.

Yo no soy así de indiferente. Lo soy solo con ellos. Porque se lo buscan. Con el resto puedo ser un real amor, si me pega la gana.

Pero ¿Para qué esforzarte en ser un amor con quienes solo te han ofrecido apatía?

Cada cual recibe el equivalente a lo que da, y punto. Que paren de formarse altas expectativas.
Con estos tipos… nada de altruismo.

Me pregunto si a la edad de la Fran mantendré una convicción como esta; o le diré a alguna chica, a alguna alumna, un comentario nostálgico como el que hoy recibí. Eso espero. Espero volverme cada día más sabia. Los errores son fuente de aprendizaje. Respecto a eso debiera de sentirme afortunada, porque de esos tengo de a montones. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario