Sería una perfecta idiotez creer que nuestra historia oculta nos abandonara. No porque esté oculta dejará de existir.
Fui realmente ilusa creyendo eso. La verdad es que los hechos y las personas del pasado se encarnan en nosotros, nos tocan dejando sus huellas permanentemente en nuestro cuerpo, en nuestra memoria, en nuestro corazón. Con o sin intención de hacerlo.
No soy quien para sentirme molesta por esta situación, por este rasgo social tan propio de nosotros. Es decir... ¿Cuántas veces fui yo misma la que no quiso dejar ir a mi pasado, aunque este haya sido muy rápido al ir quedándose atrás?
Simplemente tengo (tenemos) que dejar de prejuiciar y aprender a amar a las personas con esta condición, condición que también es mía. Supongo que ya no viene al caso preocuparse por el pasado, porque si no es parte del presente, es por algo.
De todas maneras, yo necesito pensar en esto. Me tomaré una tarde, o dos, caminando por ahí.
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