lunes, 23 de junio de 2014

Mártir contemporáneo; martir incomprendido.

Cómo aquellos personajes que aparentan ser los odiosos de una historia, acaban compadeciendo a toda una audiencia (Si. Muchos habrán recordado a Severus Snape, por ejemplo). Cómo generan finalmente un morbo colectivo... un deseo de seguir su código auto-excluyente de lo mundano. Porque no dan una mierda por nadie. Y por consecuencia los ojos del mundo se posan sobre ellos. Y por consecuencia son leyendas urbanas... rodeados de gruppies que les siguen e imitan... sin embargo nunca comprenden que ninguna intención de ser así tuvieron; nunca comprenden lo que sus corazones han decidido ocultar mezquinamente.

Llenos de existencialismo... experimentan cada emoción que conocemos por mil, para si mismos. Alegrías, incertidumbre, dolor. Sus sonrisas son más grandes, y sus caídas más fuertes. Su humanidad aislada en el interior de su mente se intensifica; abre cráteres que de vez en cuando irradian luz a través de sus ojos, anunciando actividad allí dentro. Anunciando vida.

Ellos nunca encajarán en el mundo de hoy. Ellos no son pragmáticos; ellos no piensan para luego actuar. Ellos solo piensan. Ellos tal vez no vivan por algo; tal vez solo viven. Tal vez pasan el día a día no deseando ni siquiera la muerte (el que lo hace tan solo se mata de una vez). No... puede que ellos no encuentren ningún fin en eso tampoco. Ellos solo se logran frustrar ante el tiempo que corre, la gente que crece, cambia... la gente que les reclama todo lo que no han hecho, para emprender, para servir a la comunidad, para "ser un buen partido". Ellos desearían huir hasta lo más salvaje que pueda quedar de este mundo; y ver cómo las horas pasan reflejadas en el siempre mismo bailar de las sombras de los árboles. Ellos son Piter Pan, son extraños del pelo largo, con preocupaciones, sí, tal vez; pero distintas a las del resto.

Ellos no son comprendidos, y desde que conocieron a conciencia el desgraciado futuro que a todos nos espera, lo son aún menos. Ellos han renunciado a adaptarse a esta farsa. Ellos no usarán uniformes, ni serán extremadamente corteses con nadie. Ellos no creen en la burocracia, ni toleran la institucionalización... Ellos no están dispuestos como yo a bancarse todo esto de vez en cuando, de coexistir con una ciudad enferma, una sociedad enferma, una cultura enferma. Ellos viven en paz. No. No buscan paz. Ellos no buscan nada. Ellos le toman por asalto. Y las consecuencias son tremendas. Se reflejan en la profundidad de sus batallas internas, conflictos con el mundo exterior... berrinches que acaban ahogados en el llanto angustioso de una madre. Insomnio o exceso de "altura". Miedo y adicción a las alturas. Rock n' Roll. Vértigo constante... Inestabilidad constante. 

Ellos tarde o temprano colapsan, cuando ya no les importa colapsar.

No sé si sean como tú, pero no son como yo. 

Yo no quiero colapsar.

Yo no quiero ser un mártir. 

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