Una de mis ultimas conclusiones es que, más allá de la soledad, resulta aún más angustiante estar rodeada de gente que no "conecta". Este hecho antinatural (la falta progresiva de esa parte hermosa del humano es su rasgo sociable) me provoca impotencia. Ahora mismo me agradezco el haber dejado mi cuarto en orden, porque al llegar no pretendo hacer más que meterme a la cama y dejarme abrazar por la soledad y su sincero y natural silencio, que observa y escucha paciente como una se desenvuelve dentro de ella.
Estar en medio de la nada resulta una menor perdida de tiempo que permanecer planeando y ejecutando estupideces, desarrollando paranóia...Esto último resulta igualmente desgastante e inutil que ejercitar una matemática confusa que no ocuparé en el mundo real.
No necesito entender las anormalidades de la gente del siglo XXI.
Como nunca (porque cada día me parece todo más retorcido)... desearía que las cosas fueran simples.
Me voy a un "Retiro".
No sé cuándo vuelva.
Desearía que durase para siempre.
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