viernes, 27 de septiembre de 2013

Por ahí dicen que las experiencias desagradables son aquellas que más se agarran de las entrañas de nuestra memoria.

Bien... puede que tengan razón.

Aquellos que se cruzaron en nuestras vidas dejándonos desdicha no merecen el beneficio de la memoria. No merecen un segundo más de nuestra amargura, porque ya nos han robado tiempo suficiente.

.MUERTOS EN EL JARDÍN DEL AYER PERECERÁN
ENVUELTOS EN PROMESAS FALSAS DE PROSPERIDAD.

La vida es muy corta para continuar detenidos. De nuestras reflexiones eternas ya conseguimos bastantes conclusiones. No hay excusa para el temor al mañana, que es el hoy que se nos va en mirarnos las caras.

Recuperemos la visión de los ojos del alma. Observemos cómo la vida cambia y nos ofrece incontables ventanas. Resulta demasiado iluso pensar que la sombra del ayer regresa cada mañana tras el rostro de cualquier persona. Resulta demasiado iluso plantear generalizaciones.

Ya no quedan mementos. Ya no quedan excusas para disfrutar lo que ahora tenemos; para seguir soñando.

.MUERTOS EN EL JARDÍN DEL AYER SE QUEDARÁN.

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