Hay algo que quisiera recordar, para aquellas chicas que se han identificado conmigo al leerme más de alguna vez: Si has dejado de ser importante para alguien a quien (dijo) le gustabas demasiado, no significa que TU dejes de ser importante. El valor o desvalor que las personas te adjudiquen no significa nada. Tu eres importante, como lo es todo ser humano.
Hoy asumí que ya no soy más parte de un algo, de alguien, lo cual duele, pero es normal. Tal vez no sea algo definitivo. Tal vez no soy parte de algo que solo yo creí existió, y soy parte de otra cosa (¿Amistad?)... No puedes caer bien, o gustarle a todo el mundo. No puedes esperar que los sentimientos sean eternos. No en el mundo de hoy. Esta noche dejaré de irme a la cama alucinando que hablo y me duermo al lado de alguien más. Esta noche me iré a la cama hablando con mi interior. Escuchando lo que nadie más se dio el tiempo de escuchar. Y por la mañana despertaré consciente de que no hay nadie en especial en quien pensar. No habrá nadie que me mantenga preocupada, sobre que decir o como lucir, sobre como actuar.
Desde mañana cambiaré el switch y no me echaré la culpa de nada. Nadie quiso acabar así, pero nadie tuvo culpa de nada. No teníamos como saber que ambos no concordaríamos precisamente en un acuerdo afectuoso. No teníamos como saber que no sabíamos como darnos lo que queríamos.
Hoy asumí que solo soy parte de algo que es mío. Mi propia vida. Soy parte de un universo mío, del de una familia, y con suerte soy parte de algunas redes de amigos. Con el tiempo las redes se irán cortando. La familia se irá separando, diluyendo como en el agua. No me entusiasma llegar allí, pero sé que no falta mucho, y es mejor mantenerlo en mente.
Muchas veces caí en la sensación de que podía faltar curiosear un poco más. Preguntar algo más... hablar un poco más. No sabía que parte del respeto y amor a los otros es reconocer y saber aceptar cuando ya no te necesitan.
Cuánto podrá costar cortarla una vez más.
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