Me está cargando mi casa. Me latea pensar que no disfruté de mis vacaciones. Que espere siempre a que al día siguiente haría algo que lo hiciera más interesante. Algo que me llenara de dicha. O sea, hice algunas cosas entretenidas... me junté con algunas amigas a tomar unos tragos, hoy fui al colegio a saludar un rato a la señorita Marly, que aunque ahora con su nuevo cargo de directora está más ocupada que antes, se hizo un buen rato para hablar conmigo, de educación, de ideas pedagógicas. Fue bien amable. No cargante como la mayoría de los adultos, que te llenan de cariñitos y piropos. Ella es sutil para sus cosas. A ratos te halaga con una única frase que te deja con el pecho inflado todo el día. Es una mujer inteligente, creo que por eso aún me llevo bien con ella, pese a las cosas que la gente diga de ella y sus asensos. Me gusta que compartamos uno que otro pensamiento. A veces considero la idea de ir a dar clases algún día al colegio que me vio crecer. Ella y la sostenedora me lo han ofrecido. Pero creo que no lo haré sin antes salir por un buen tiempo a otros aires, hasta que sienta que por fin he hecho todo lo que he querido en mi vida. Recién ahí creeré pertinente regresar a mis inicios. Porque qué pasa si de pronto no te dejan salir más de ahí y se encariñan contigo. Te quedas con la idea de que te quedaron demasiadas cosas por hacer, por conocer y por compartir.
Me vino un pensamiento horrible a la cabeza. Unas leves ganas de partir, de saludar de nuevo a mis compañeros de universidad. Es horrible porque será grato solo por un instante. Me conozco demasiado bien como para reconocer que el tema académico y las relaciones en casa de mi tía me estresan. Sé que si no impongo autodisciplina me vendrá una depre pantanosa, peor que la del primer semestre. De esas que te hacen llegar a la conclusión de que has conseguido poco o nada de las expectativas que te pusiste a un inicio. Tengo que organizarme. El proyecto base ya está consolidado, solo tengo que ponerlo en marcha. Concretar las estrategias de mi PDP será lo primero para organizar mis tiempos académicos. Eso me dará cabida para el resto de mis actividades. Para abril del año que viene tengo pensado ir al Lollapalooza con mi hermana y unos amigos. el tema de la entrada está casi ok. los meses que queden para la fecha tendré que ahorrar para una buena estadía y los pasajes a Santiago. Si... Supongo que es un buen premio al esfuerzo de un primer año, y así lo pienso hacer los que vengan. ya que no salgo de vacaciones, no voy a fiestas... sí. Ultimamente mi vida se ha vuelto bastante gris, así que no me vendrían mal dos días al año en los que me suelte las trenzas y, quien sabe. Tal vez acabe en el peor de los casos sobre los hombros de un gringo sacudiendo una larga melena negra y mostrando al mundo unos sostenes rojos.
Jaja que loco.
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