viernes, 6 de enero de 2012

"EMOCIONALMENTE INESTABLE"



Así es. Ahora a don Fabian, el ejecutivo que trabaja en la oficina conmigo, se le metió en la cabeza que sufro de inestabilidad emocional, y su fundamento fué la forma en que mi letra cambia de papel en papel ("Ya te descubrí, cabrita","...A veces te la entiendo clarito, ¡pero mira ésta!","...A ratos cursiva, después más redonda, inclinada..."). De un momento a otro él y la señora Maricel se adentraron en un completo análisis de mi personalidad, como queriendo escarbar en mis detalles, en mi intimidad.

"Yo creo que a la Paula la retaban mucho cuando chica", decía la señora Maricel. "¿Es así o no, Paula?". "No... nunca tanto" yo decía, haciendo el máximo esfuerzo por evadirle el rostro lleno de curiosidad, de morbo. La cosa se volvió interrogatorio, partiendo por mi infancia, que cómo era yo cuando más chica, que si acaso soy hija única... que si salgo los fines de semana... que si hasta he pololeado. "No", le dije a don Fabian, y nada más. y empezó con que a lo mejor le tengo recelo a los hombres y no sé cuanta mierda absurda.

"Créame, yo tampoco tengo ni una idea de por qué soy así", me hubiese gustado decirle. Pero mi garganta comprimía un nudo de esos que no se me formaban en mucho tiempo. Unas ganas de llorar que no comprendí hasta que al fin me dijeron que ya podía marcharme porque mi trabajo estaba concluido. Caminé por el centro escuchando Sentimental, con ninguna preocupación por ocultar mi afliccion en mi cara. Al menos en la calle la gente es menos preocupada por el que va al lado. En la calle comprendí que no era mi culpa ser así. Que a lo mejor otros metieron sus influencias en mí emotividad. Que si no me hubiese gustado ese chiquillo que me observaba demasiado y se reía tanto de mi; si mi hermana no hubiese sido tan odiosa toda la vida conmigo; si en cuarto básico mi papá hubiese sido más responsable al pedirme horas al medico y así yo hubiese llegado a tiempo a las clases de música teatral para evitarme una avalancha de burlas; si no hubiese aparecido una muñequita de mierda con un eslogan "¡Paula te habla!" que mis compañeros copiaron; si mis amigas no se hubiesen juntado con esa niña que se sentó junto a mi y me molestó hasta octavo; si mi mamá hubiese sido más cuidadosa al explicarme que a cierta edad las niñitas debemos conocer el uso de la cera y las pinsas y la maquinita; que si yo hubiese pertenecido a una familia compuesta de padres, tíos, primos, abuelos más unidos; si al menos hubiese tenido a un amigo paciente para contarle mis historias... yo hubiese sido un poquito más feliz.

En realidad no sé si esté a tiempo de arreglar estas cosas. Una con los años trata de vivir la vida llevandola así como está, pero acaba tirando todo bajo la alfombra y eso no es saber vivir la vida que a una le tocó. Es más... ni si quiera se acerca a quierer arreglarla. Yo quiero arreglarla. Solo que de momento estoy desorientada y hay muchas cosas que me afectan, como esos cuestionarios ridículos que me hicieron en la oficina y que no quiero que se repitan.

Ya tendré que hacerme el tiempo de buscar cuáles son mis problemitas; ir analizando una a una mis falencias e ir borrandolas lentamente. Por ahora, necesito solo un breake. Eso y ya estaré en marcha nuevamente.

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