miércoles, 20 de marzo de 2013

Mientras veía el video que subí anteriormente, hubo lapsus en que se me pudo olvidar todo. Solo era yo aprendiendo un poco más de una de las cosas que más amo, mediante el uso del lenguaje que estudio, porque en cierta forma también es algo que amo.

Recordé cuando en la casa sonaban fuerte los clásicos que papá escuchaba con entusiasmo, agregándole agudos y vibrantes silbidos. Me dieron ganas de ir por cada cassette de su colección y traérmelos, y pasar tardes enteras sin más que escucharlos.

despertaron en mi las ganas de volver a intentar a escribir algunas piezas músicales. La clave puede estar en reconocer lo que se está sintiendo, y luego "desmenuzarlo", estirarlo, convertirlo en un torrente de adrenalínicas, suaves, alegres, o estridentes emociones.

A veces pienso que es más fácil hacer arte cuando estás lleno de todo eso. Es solo que hace tiempo que no escribo, ni canto, ni toco guitarra, ni dibujo en grafito ni intento canciones... a la tarde viajo a casa. me gustaría traer mi guitarra, para practicar a solas, aunque sea sin sonido amplificado. Pero a mamá le asusta que me distraiga. No sabe que la música puede ser tal vez un impulso a mi desarrollo académico. Si tan solo pudiese sincronizar ambas cosas...

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