lunes, 30 de abril de 2012

Telepatía



Estaba con mi hermana, sentada en unas butacas de el medio. No entiendo qué hacía ella acompañándome en un lugar como ese.

El estaba más adelante, acompañado de una chica, no se quién.

Yo solo me di cuenta de que estaba ahí cuando mi hermana noto que algo raro le pasaba y me lo dijo.

Calló al suelo, tomando su cabeza con ambas manos. Y comenzaron las convulsiones.

Sentí pánico, impotencia. Sentí un miedo desesperante.

Segundos más tarde tuve dos certezas: La primera, eso no estaba ocurriendo. La segunda, que no era necesariamente un mensaje carente de un sentido.

Abrí los ojos, encontrándome nuevamente en posición horizontal y mi cabeza bajo la almohada. Creo que pude haber llorado.

Recordé que una noche tuve pesadillas y mi padre al día siguiente pregunto si acaso había dormido y le respondí que no. El me contó que tuvo visiones aquella noche. Que despertó sobresaltado con la idea de que algo me estaba ocurriendo en ese instante.

Lo que me pasó a mi la madrugada del viernes fue como eso.

También recordé lo que un compañero me contó, acerca de un estudio sobre la telepatía y las capacidades humanas de enviar pensamientos, sentimientos o "energía" a la distancia. Según él se hizo un estudio con parejas cuyas esposas estaban enfermas de cancer. Sus maridos realizaron sesiones de telepatía desde una sala prevista de monitores desde los cuales recibían imágenes de sus esposas hospitalizadas. Ellos no decían nada. Ellos solo se concentraban en canalizar pensamientos positivos y enviárselos a ellas. Algo así como "orar" por ellas. Con el tiempo comenzaron a resultar evidentes las mejoras en el estado de salud de ambas mujeres.

Con estos dos datos en mente, me quedé despierta por una hora, tal vez, pensando, envíándole mi energía, por si acaso era cierto que algo le había estado ocurriendo. "Oré" por él hasta que me quedé dormida.



Ahora mismo no sé si habrá valido la pena, pero no me arrepiento de haberlo hecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario