Me vine a la cama temprano (tipo 23:00) para pretender dormirme antes y comenzar mi día de mañana más temprano, a su vez. En la cama, me vienen pensamientos de todo tipo, todos los días. Traté de dejar de imaginar o desear, por una noche, que no estaba durmiendo sola. Antes de que me abrumara esa idea, me extrapolé a otro lado. Entonces me vino una nostalgia por algo en especial, y es que hace tiempo que no tengo a nadie con quien hablar hasta altas horas de la madrugada, de corrido, entusiasmada. Pensé en todas esas veces... y, mierda, fue hace tanto tiempo ya. Más de un año, de seguro. Luego vino Simón, se subió a mi cama, quería jugar un rato conmigo. Prendí la luz y me instalé nuevamente en el computador. No me podía quedar con todos esos pensamientos en la cabeza.
Contrario a escribir, me puse a leer el libro que me recomendó Nando, Maldito Karma. Llevaba más de un año, también, que me dio el dato y yo aún no lo leía. Resultó que es interesante. Voy en el cap. 7. Luego no me aguanté y comencé a discutir en comentarios de artículos de revistas online, via facebook. Un artículo poco serio. Sus comentaristas lo eran mucho menos. Pero es que ya no me aguanto las ganas de ponerlos en su lugar. Sobre todo cuando se meten con una por ser mujer.
Luego desarrollé una profunda conclusión, un tanto repetida sobre lo poderoso que es el lenguaje.
Que rabia como gente con el poder de escribir artículos de revista, libros, proyectos políticos, noticias, lo hace con tanta mala intención y/o descuido. El lenguage es un instrumento complejo, bello, extraño, variable, peligroso e inestable como un químico letal. Tanto así que hasta los silencios tienen significados múltiples en sí mismos. Hacer uso de el lenguaje requiere responsabilidad, compromiso, ética y empatía con el interlocutor. Estamos transformando la realidad con nuestras palabras, todos los días. Ayer, por ejemplo, una irresponsable provoco un colapso en bencineras santiaguinas por dar información incierta. Poco le importó supongo.
Culturas, tradiciones e ideologías nefastas han sido perpetuadas por medio de las palabras y su significancia en el mundo real. Nuestras vidas, nosotros, están siendo sujeto de ello: El lenguaje es también un complejo instrumento de manipulación de la realidad y nuestras mentes, y quien le domina también gobierna al mundo.
El lenguaje es poder.
Ahora tampoco me siento satisfecha para cerrar los ojos. Me quedan otras cosas más que decir.
Mi papá sabía que algo extraño andaba conmigo, porque me conocía y porque sabía que mi personalidad nunca antes había sido tan retraída. Le solicitó atención a mi profesora en mi entorno de aprendizaje. La atención llegó tarde, seguí siendo abusada con la mirada por un chico que al mismo tiempo me gustaba y en fin... Eso, más mis diferencias de actitud con mi hermana (ella siempre fue confrontacional conmigo. Creo que me odia desde el día en que llegué a este mundo) más las burlas de la niña de rulos que me tuvo envidia por muchos años, provocaron dos cosas puntuales en mi: desarrollé un cuadro de ansiedad social transitorio e hipersensibilidad.
La ansiedad social es miedo a interactuar con gente y ser rechazado. Cuando chica lo experimentaba con fuertes dolores de estomago, ruborizandome, y mi voz me temblaba. Hoy en día me sonrojo y en ocasiones más extremas tiemblo. Me abruman los lugares con mucha gente a mi alrededor. Me siento fea, inferior... No me gusta ir al supermercado porque sé que mucha gente pasa por ahí y no me gusta encontrarme con nadie. No me gusta ni ir a la panadería. A veces me ocurre cuando estoy con amigos... cuando me presentan a alguien, cuando tengo que dar un examen... cuando estoy intimando con alguien... Por lo general me ocurre cuando estoy con hombres. Y la razón de esto es basicamente que el primer chico que me gustó de verdad, en mi vida, fue el principal factor que gatilló en mí este trauma. Supongo que por eso nunca pude tomar conversaciones con Jacob en la Universidad. El tipo aparte de apuesto tenía una gran personalidad y una filosofía de vida muy acorde a la mía (me di cuenta durante la unica conversación que tuve que tomar a la fuerza con él. Me sonrojé, por su puesto. Y su reacción fue fregarse demasiado su cabello). Probablemente si yo hubiese tenido la misma personalidad que perdí a los seis años hubiese podido ser muy buena amiga de él y muchos tipos encantadores... pero en vez de eso, solo sé esconderme de ellos. En fin... ya pasó...
...
De mi hipersensibilidad me di cuenta hace poco tiempo. Esto tiene que ver con como cosas que parecen simples terminan hundiendome en un existencialismo profundo, o mucha tristeza... o mucho llanto que viene y cuando viene me cuesta detenerlo. Pienso en cómo la gente es tan cruel... en lo difícil que es poder encontrar personas derechas... en cuanto me molesta que me vean como un pedazo de carne. Pienso que injusta que es la vida... en mi cuando sea más vieja... pienso en tantas cosas... y sobre todo en las consecuencias largoplacistas de las discusiones. Mierda, como me carga entrar en conflicto. Como me bronca cuando alguien me busca y me encuentra... cuando algo me parece injusto y no encuentro palabras para rebatirlo... acto seguido, me retiro a un cuarto, me tiendo en la cama, boca abajo... pienso en lo que debí haber dicho... en las malditas consecuencias... se me aprieta la garganta. Solo consigo llorar, al final. Llorar porque discutí con mi hermana y no supe como responder a su estupidez constante... A mi nunca me enseñaron a defenderme, pienso. Luego me cuestiono: realmente es ese el problema? De verdad soy yo la que debo saber defenderme y no la gente dejar de ser tan imbécil?
...
Así que cuando me ves a mi, me verás con estas dos sombras, si sabes observar. Tal vez aún necesito a alguien que, como solicitó mi papá, me preste más atención. Alguien que me saque más risas y menos llanto. Alguien que esté hoy y no mañana. Alguien dispuesto a quererme a mi y a mis dos sombras, y quien sabe, hasta en el camino puede que estas desaparezcan.
Mi actitud no es el problema.
Es que tú tal vez no has sabido comprenderme.
3 de la mañana... y aún no se si es suficiente para irme a dormir.
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