lunes, 28 de abril de 2014

Disparo al cielo



Se que a esta hora no debería estar precisamente acá... Pero lo necesito. Y ya ha sido mucho tiempo sin satisfacer una misera necesidad. Mucho tiempo esperando... Aunque no se si a esto le llame algo satisfactorio. Lanzar una nueva botella a alta mar. Botella que se pierde en la inmensidad de otras voces... perdida, donde su redentor ideal dificilmente le encuentre.

Recuerdo Starlight. El buque, Matt Bellamy vistiendo el abrigo que me gusta, disparando una bengala roja. Cantando a Gaia Poloni, cantando victoria...

Yo... cayendo en el juego ciego de siempre... entrando a un portal con umbral lleno de flores... hundiéndome en un pozo, rodeada de flores.

Es difícil expresar la tristeza del desencanto. Abrir los ojos nuevamente y ver a las amistades como momentos en la vida que vienen y se irán, y a los desconocidos por lo que son... solo desconocidos.

Es difícil darse un consejo a uno mismo. 1.- contar lo que uno siente 2.- pedir que lo traten con dignidad... Qué difícil es hacer lo que decimos es correcto para uno. Y qué difícil es asumir cuando nos equivocamos.

Y necesito releer las palabras de Borges que tanto creí haber aprehendido. Pero me engaña creer que lo que necesito es a alguien conmigo.

¿Qué es la realidad? se preguntaban mis compañeros hace un rato, jugando a filosofar... Yo me pregunto más bien qué es la vida. Tal vez es un teatro de lo absurdo... y el amor el mejor de sus dramas.

Y de nuevo no es suficiente. No encuentro las palabras de Borges ni tengo a nadie que me haga olvidarme completamente de ellas. Por ahora no tengo más que desagradables deberes y sentimientos. Tal vez refugiarme en Wilson me haga devolverme al lugar que me corresponde: al baile de los que sobran... porque como él hubiera dicho alguna vez, el arte melancólico, las canciones tristes, pueden ser el mejor de los consuelos, ya que en ellos se encuentra un alma adolorida por sentimientos que bien pueden parecernos bastante familiares; tenemos la convicción de que no estamos tan solos en eso.

"The suffering or the bad memories are as important as the good memories, and the good experiences. If you sort of, can imagine life as being 99% of the time quite linear, and most of the time you’re in a state of neither happiness nor sadness. And then that 1% of the time you experience moments of very crystalised happiness, or crystalised sadness, or loneliness or depression. And I believe all of those moments are very pertinant. It’s like I said to you, that for me it’s mostly those crystalised moments of melancholy which are more inspirational to me. And in a strange way they become quite beautiful in their own way. Music that is sad, melancholic, depressing, is in a kind of perverse way more uplifting. I find happy music extremely depressing, mostly - mostly quite depressing. It’s particularly this happy music that has no spirituality behind it - if it’s just sort of mindless party music, it’d be quite depressing. But largely speaking, I was the kind of person that responds more to melancholia, and it makes me feel good. And I think the reason for this is, I think if you respond strongly to that kind of art, it’s because in a way it makes you feel like you’re not alone. So when we hear a very sad song, it makes us realise that we do share this kind of common human experience, and we’re all kind of bonded in sadness and melancholia and depression."

Y mis palabras... las palabras ensayadas que escribí y guardé ayer, seguirán guardadas.

Al menos ya sé que disparé bengalas al cielo antes de tiempo.


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