sábado, 3 de agosto de 2013

Algo más de las miserias cotidianas.



Hola.

Día de mierda.

La noche también lo fue; igual que la anterior.

Estoy sin Internet… con ganas de salir de este cuarto de mierda que acumula desorden desde tiempos inmemorables. Estoy con ganas de hablar con alguien más.

Se suponía que ayer nos juntábamos en el depa de la Pancha, a hacer algo sencillo… pasar el rato con los de siempre hablando de cosas no tan relacionadas a la U, fuera de la U, levemente fuera de alguna próxima responsabilidad.

Responsabilidades… las odio, pero tengo que tomarlas en brazo cada vez que me acuerdo, y cargar con ellas por meses. Ellas también me odian. Me quitan lo que más me gusta hacer, lo que necesito (como la plata), lo que me hace feliz.

Hoy me quedé sin cupo con mi profe de Inglés. Supongo que habrá tenido una semana ocupada… que se olvidó de subir las notas a tiempo para que sus alumnos de semestre volviesen a tomar la clase con él. O tal vez le resultamos tan penca que se demoró más de lo normal para darle cabida a otros compañeros de diferente sección, a ver si le resultan más responsables (sobre todo los que vendrían del curso de la Miss “Mili”. A esos los tenían prácticamente a régimen militarizado. Si me toca con ella, pico. A lo mejor me hace falta disciplina pa’ dejar de pensar huevadas).

… En la mañana había sol. La pieza estaba calentita. La primera vez que desperté eran eso de las 8:30. La segunda vez eran casi la diez. A la tercera iban a ser las doce. Ahora son las una y media, hace frío y acabo de tomar desayuno: milo-leche y pan con mantequilla y mermelada de frutilla de la que hace mi mamá.

Debería seguir estando preocupada de lo de los ramos. No solo me quede fuera de la clase de Mr. Briesmaster, también puedo quedarlo en los otros tres ramos de los que no sé mi promedio aún. Tendré que hacer un horario de nuevo. Hoy, último día del proceso de inscripción. Qué manera de mariconearse con nosotros… Supongo que estas cosas pasan por dárselas de revolucionario. Bueno… que sea lo que el de arriba quiera. A la tarde no tan tarde, cuando vuelva el internet (si vuelve), veo qué onda con eso.

Supongo que a la tarde “más tarde” se irá a armar lo que no se hizo ayer. Lo bueno es que hay plata para comida y trago. Ni le he preguntado a Jona si va. Tal vez ni se ha acordado… tal vez la mayoría dio por sentado de que si no fue ayer hoy tampoco lo será. Mientras, yo tengo ganas de entretenerme… hacer algo más que estar frente a esta pantalla de mierda escribiendo o viendo alguna película de segunda.

Me voy a tocar guitarra, y a mirar con orgullo los chocolates que envolví ayer. Se ven tan lindos. Igual de lindos que la plata que recibiré por ellos. Ya me estaba retando mi mamá porque me gasté quince de las 20 lucas que mi madrina me dio antes de venirme en un hervidor y una plancha de ropa. Debería sentirse afortunada de que no tiene una hija que apenas ve plata raja a comprarse ropita de marca al Mall. La última compra que hice fue un pantalón de 6 lucas en Djon, porque lo necesitaba para la práctica, y porque hace tiempo que no usaba cotelé.



Ya, váyanse a hacer algo mejor que leer huevadas… chao.

No hay comentarios:

Publicar un comentario