domingo, 29 de diciembre de 2013

Reflexionemos, ya que es gratis y está de moda.

La mayoría de las veces, mis pensamientos se hayan ubicados inocentemente en una linea de tiempo. De pronto no lo gro distinguir si me resulta más escalofriante pensar en el pasado, o en el futuro. Soy consciente de que en promedio, las situaciones han ido oscureciendo cada vez más mi historia. Y para quién no? Han hecho el ejercicio de comparar Harry Potter I y Harry Potter VII?  Háganlo y comprenderán lo que digo.

Han hecho el ejercicio de remontarse mentalmente un año atrás? "Cuántame, fulano de tal, en qué andabas la tarde del 19 de diciembre del 2012 a las 16:08 hrs" Lo recuerdas demasiado bien, pero como un vil criminal intentas evadir la pregunta con un "nada, ya sabes, lo de siempre". Intentas engañarte a ti mismo, evadiendo el hecho de que es día fue 365 veces mejor que hoy... te sentías 365 veces más vivo.

La ilusión se disfraza de magia rosa y ejecuta sus trucos mientras estás embobado en agotadores dilemas cotidianos, pero carentes de significado; te anestesia con un par de propuestas tales como "no te preocupes, tu sigue en lo tuyo que yo me encargo". Te deja fantaseando con la sensación de "vaya... qué otra cosa podría pasar". Entonces, cuando es costumbre de todos o muchos recoger el hábito de reflexionar (en vista de que estamos a días de recibir un nuevo número junto al 20), te das cuenta de que en realidad, en estos días no se puede estar confiado, ni perder de vista la historia... y ya que nuestras decisiones han sido y serán siempre la llaves que desbloquean nuevos pasajes de posibilidades, será mejor que para la próxima estemos más despiertos al tomarlas.  Con ojos abiertos, observándolo todo, sintiendo de antemano las consecuencias... Es así como se se firma un nuevo contrato vital, que ofrece un misterioso giro en nuestras vidas.

Me veo ahora mismo sumida en un par de arrepentimientos. Acepté y propuse algunas cosas de manera, a lo menos, ingenua. Y siento muchas otros errores cometidos por los demás... Todo esto, junto y frenéticamente revuelto, hizo que este año fuera una mierda que no me esperaba. Y a finales de este, me veía sola, construyendo fuertes que, gracias a "Dios", me salvaron a mi, y a uno que otro inocente.

En tiempos oscuros, pido estar más despierta. En tiempos de dolor, pido seguir siendo sensible, porque es la sensibilidad el cable a tierra, que me recuerda que soy vulnerable, y que debo saber defenderme. Pido seguir siendo ambiciosa, porque la ambición es la esperanza y motor de mis proyectos. La única invitación cordial que he recibido para seguir adelante.

Y sí. Pido la este año muy citada "fortaleza", porque a cada segundo, el destino parece querer jugar más sucio.

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