lunes, 23 de diciembre de 2013

Hoy mamá me despertó temprano con un milo y dos cápsulas de esas que me compró para la memoria. Me sentía horrible... me dormí pasado las dos, luego de vagar por el foro. Iría al centro y de allá me avisaría cuando tomar bus a Los Angeles desde acá. Ella lo tomaría en el centro. Tomé una ducha perezosa, con agua más helada que tivia, a ver si despertaba, y me eché en el sofá a escuchar a una orquesta que salía en el Film&Arts. Para cuando me llamó estaba en mi pieza otra vez, con la guitarra de palo que no me gusta usar... practicando algo que se me ocurrió ayer. Estaba en una cola enorme en el banco. Que no me preocupara. No iríamos.

Misión abordada.

escuché música de mi computador hasta que mi hermana llegó de la U, a sentarse en el sofá del frente... me hablaba. A veces le oía... la mayor parte del rato quería que se callara. Me sentía especialmente intolerante en ese entonces. Para cuando llegó mamá la cosa no mejoró. Hablan en ese tonito que no me gusta... Y noto como les carga mi apatía. A mi tambien me carga. Pero me carga el trato que se tienen... como se hablan (siempre fuerte, no puede una conversación tranquila... no).

Al rato me vine a mi cuarto de nuevo, sintiendo el mismo dolor de cabeza que ayer, sueño, cansancio... no pasó mucho hasta que me sentí culpable de no ayudar a mi mamá en lo que sea que estuviese haciendo, del desorden de mi pieza... de ser así de antipática. Ella me dijo hace dos días que me parecía algo a mi papá. Que tenía un modo como el de él. Pero la connotación que le adjudicó hizo que me doliera. Me levanté, fuí al comedor y en eso un visillo blanco se puso sobre mis ojos. Me pesaron, me dolieron... y mi cuerpo me pesaba también, como cuando sales del agua luego de estar allí más de una hora... No notaron mi apuro al entrar al baño. Me mojé las muñecas y la parte de atrás del cuello con agua helada. Una amiga me hizo eso hace unos años, en una misa, cuando me sentí igual (no... no caí en descanso).

Mientras almorzaba me sentía igual... de pronto respirar se me hace algo que tengo que hacer a conciencia. me cuesta un poco. He notado que cuando me relajo demás dejo de hacerlo, dejo de respirar, por 3 segundos más o menos. Ahi me viene el visillo blanco otra vez, las venas gruesas en mis manos, los oídos tapados y el tamborileo de mi corazón que no quiere rendirse en la mesa, frente a mi mamá.

Algo raro me pasa.
ahora encontré esto. Tal vez sea una vaga pista. Una buena razón para ir a un psicólogo. No sé cuántos días más podré con esto. Ni sé si mamá le tomará el peso que le tomo yo, por estar sintiéndolo.

http://www.latercera.com/noticia/tendencias/2013/09/659-543703-9-especialista-plantea-que-la-depresion-es-tambien-un-desorden-fisico.shtml

Si no me ayudo yo... no lo hará nadie.

2 comentarios:

  1. llego de casualidad... se nota honestidad en los escritos. cuidate

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  2. Gracias, Vian. Si... prefiero ser espontanea; mantener la misma identidad en casa, en la calle, y en Internet. Saludos.

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