viernes, 10 de octubre de 2014

Hi, Miss! Hi, Professor!

8/10

Hace un tiempo que me vengo dando cuenta que a los profes no les gusta que los saluden. O sea, no les molesta, tal vez. Pero no les gusta. De esto último sí estoy segura.

El otro día yo iba por el ed. CT- whatsappeando algo a Tomás y Dr. B venia de vuelta con una pila de fotocopias, con algo de prisa. Yo le dije Hola en inglés, pero solo Hola no más. No… no soy como mi compañera de speaking que a toda costa le busca conversa a los profes y native speakers. A mí me gusta decirle Hola a la gente que conozco, como para decirles que aun los recuerdo, que igual me importan (un poco no mas)… pero nunca pa hacerle la pata a nadie. Un Hola se responde con un Hola de vuelta no más, o con un “como estai” que en inglés no necesariamente pretende una respuesta tuya de vuelta (si respondes “bien y tú/usted?” te miran con cara de ahueonao). El profe me respondió usando el recurso lingüístico para saludar más breve de todos: “Hi”. Y siguió caminando apurado, como si fuese llegando tarde alguna parte, pero algunos sabemos que cualquiera menos él llegaría tarde a una clase. Entonces me quedó dando vueltas este pensamiento, en cuanto lo asocié a la conducta de Miss Mónica, que me hizo clases en primer y segundo año. Lo mismo: va del edificio biblioteca al CT+ cargando una cartera, carpetas y netbook, de prisa, a veces te ve, a veces no te ve, a veces te saluda, a veces se hace la lesa… Hoy la ví subiendo al tercer piso mientras yo hacía hora para entrar a TP, pero miré pa otro lado antes que lo notara... para que no se viera en la necesidad de saludarme.

Hace unas semanas yo me iba a subir a la siete variante y en cuanto pretendí sentarme en el 1° asiento (para bajar más rápido) me encuentro a la Miss Pastén en el de la ventana en la segunda fila, y decidí saludarla y sentarme con ella. De nuevo, no fue por hacer la pata. Fue porque se me ocurrió que se sentiría mal si la saludaba y me sentaba en la fila de adelante cuando perfectamente pude haber sido menos ingrata. Pero como que a los profes les da lo mismo tu ingratitud o gratitud. De hecho, creo que hubiese preferido que yo me sentara en otra parte. Me hizo un par de preguntas casuales para meter conversa, tipo “vives por acá cerca”, “estás arrendando”… y yo le respondí tratando de mantener el tono casual y sin extenderme demasiado. Cuando le dije que vivía cerca demás se sintió mucho más aliviada. No tendría que mantener una conversación forzada con una estudiante en un contexto extraño para ambas. Hace unos días yo me iba yendo luego de hacer muchas horas autónomas en el laboratorio (solo porque mi pc sigue malo) y a varios metros adelante la vi que iba también en dirección al paradero. ¿Saben qué hice? Me devolví a la U, entré al baño y esperé lo suficiente para que ella hubiera tomado otra micro. Luego de 20 minutos me fui a la casa.

(Ja… me acordé sin querer de la vez en que estaba sola en el casino pintando un afiche feo para literatura cuando Mr. Arellano llega y me pregunta si puede sentarse ahí en la misma mesa, y yo obvio le tuve que decir que sí. Acá la situación fue al revés, como ven. Él se acercó en un momento en que yo hubiese preferido estar completamente sola pasando el bochorno de haber pensado y dibujado un afiche feo. En medio de mi cuadro de estrés traté de pensar en algún comentario casual-no-chupa-medias para condimentar su almuerzo pero nada vino a mi cabeza. El terminó de comer, se paró y me dijo gentilmente “bye”. Le respondí gentilmente lo mismo y de ahí cuando me lo pillo me saluda o me asiente con la cabeza rapidíto no más, como el resto de los profes).

Entonces, lo que pretendo ahora es hacerme la lesa cada vez que veo a un profe por ahí… Digo, solo si lo veo y este no me vio. Es la única manera de que uno pueda hacerse el leso sin sentirse culpable. Si lo veo y me vio, entonces estoy forzada a saludarlo, si la proximidad espacial lo vuelve también algo necesario. Yo creo que deben haber varios profes por ahí con algo de ansiedad en sus hombros, y tal vez lo que menos necesitan es sociabilizar aún más con estudiantes. Ven nuestros putos rostros todos los días. En sus oficinas o en sus casas siguen lidiando con preparar clases para nosotros, con leer guías de nosotros, o pruebas de nosotros y nuestros estúpidos errores. Yo creo que ya todos sabemos que la pega de profe es demasiado sacrificio físico mental y emocional… y yo creo que es un poco normal que después de tanto tiempo de lidiar con nosotros día, noche, y hasta en sus pesadillas, no estén ni ahí con saludarnos de vez en cuando.

Menos la Miss Vivi. Ella siempre me saluda cuando me la pillo en el baño c:

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