domingo, 3 de noviembre de 2013

Sabado.

Pareciera que sin perjuicio del lugar en que me encuentre este día me parecera una mierda de todas formas. Me miré por un rato en el reflejo de la pantalla de este computador, que es más lento que mi habilidad de rearmarme una vida diferente, y distinguí mi cara de disgusto profundo. Se me pegó luego del tema de conversación en la mesa, cuando comía con mamá y mi hermana... los escuetos comentarios de mi hermana.

Ayer huevee todo el día, te temprano. Esa noche dormí poco porque ví películas y huevee en el pc de mi hermana hasta las 2 y media. A las nueve mi hermano nos fue a despertar para ir al cementerio con su familia (la de mi cuñada). Ducha, desayuno express y rajamos. Compramos un arreglo floral azul y un remolino para mi papá y al rato de llegar nos encontraron allí una prima y su familia, que iban a ver a la abuela, aunque me ubiese querido dar a entender que también estaba interesada en visitar a mi viejo...

(Estaba en esto cuando llegó la Bernarda en bastones a la casa. Nos fuimos a la plaza con Fabian, luego a la casa de su hermana, y luego a la casa de su otra hermana. Llegué a casa hace un par de horas... todo eso lo contaré en otro momento, o tal vez no).

Al día siguienteee...

Se me perdió el cargador, y suena estupido porque siento un estrés enorme. El mismo que sentí el miércoles pasado cuando se me echó a perder el computador. El mismo que recuerdo haber sentido una vez hace años cuando tuve que encerrarme en el baño a escribir... sentada en el suelo, apoyando la espalda en la puerta, frente al puto water, luego de escuchar demasiadas estupideces de mi hermana. 

Y es que aunque sean pequeñeces desencadenan estupideces macro, que pienso y repienso con antelación en mi cabeza, porque me encanta repensar cómo se podrían desencadenar las situaciones a partir de un hecho. Sín computador no hay comunicación y en casa sucumbirá la paranóia de no saber cómo está la hija ingrata. No hay libros para estudiar ni word para escribir informes ni diccionario para el puto glosario de la puta prueba de comprensión lectora que vaya a saber Dios si es mañana. No hay musica, no hay guitarreo... no hay blog para gritar con letras lo que no puedo con voz, o frente a un psicólogo.

 Y el limbo sigue siendo un amigo mío. Estoy ni tan bien ni tan mal. A veces me encantaría reventar. Que me dé una crisis de algo, un paro, una convulsión... una reacción alérgica, o una regla extremadamente dolorosa, como las que le vienen a la Belén. Me gustaría ser como a los 7... que mi mamá me despierte a tirones en la mañana y yo rogandole con mi mejor actuación que me permita quedarme en casa, en cama, viendo novelas hasta el fin de mis días.

Y me cago en todos los santos. Mañana tengo el speaking ese... Y no quiero hacer nada.
Pero no... una no puede permitirse dejar todo tirado y mandarse a cambiar.






No hay comentarios:

Publicar un comentario