sábado, 3 de diciembre de 2011

Señorita Quejumbres, again.



Denuevo ando con una ensalada enorme en mi cabeza. De verdad me gustaría pasar estos días lo más relajada posible pero no he parado. Es tremendo.

Todo comenzo el martes. Ese día recorrí casi todo el centro partiendo por el cementerio. Fuí a dejarle a mi viejo las flores que me regalaron para mi licenciatura. Se verían mejor allá que acá en casa, pensé. Pasé a la joyería a ver el tema del anillo que me regalaron mis padrinos y que me quedó algo grande (Mi dedo es 14 y el anillo era 17). Me aseguraron que no tardarían mucho y que estaría listo el viernes. También tenía que verme alguna bluza para combinar con los pantalones de tela azules que compré para hacer la practica, que ojalá sea lo suficientemente larga como para esconder el hecho de que estos son una talla más pequeña (pequeño error, a todas nos pasa). Al final no encontré nada, solo acabé encantandome de una bluza gris bastante holgada pero nada formal. Ok, cuando me la probé tampoco me quedó tan bien asi que no me la traje. En eso recordé que tenía que dejar en la oficina de la asistente social la boleta del preu. Iba camino allá cuando pasó frente a la sucursal de Provida. Me detube milesimas de segundo a pensar en la pinta que andaba trayendo en ese momento: para nada formal. Pero como mi detenida aún así fué demasiado notoria y de seguro los que estaband entro se percataron (eso creí), acabé entrando de todas formas, a fin de cuentas solo iba a preguntarles cuando empezaba a trabajar. El funcionario me atendió de lo más cortés y me dijo que comenzaría en enero. Entonces quede denuevo en blanco. O sea, se me pasaron solo tres ideas. Una: no sabía si en dos meses lograría completar las horas que el colegio exige por mi práctica. Dos: bueno, al menos me significa un mes de descanso y preparación plena para La Prueba. Tres: tengo más tiempo para comprar bluzas y zapatos. En todo caso, mi futuro colega me aseguro que en dos meses las horas se logran completar de más, y que mi trabajo no es tan complicado. Al retirarme tomé todos los folletos de AFC Chile que encontré para repasarlos en casa antes de entrar a trabajar.
Partí a dejar la boleta a la asistente social y me vine a casa.

A la tarde mamá me salió con otra cosa. Dijo que podía inscribirme en la cosecha de arándanos donde ella comenzó a trabajar ese mismo día. Ahora que lo pienso, creo que fué muy impulsivo de mi parte comprometerme con un "Sí" ahí mismo. ¿Qué pasó con el descanso, con el tiempo de lleno para estudiar? Lo más seguro es que me halla visto encandilada por la idea de ganar más plata este verano, sea en lo que sea. La cosa es que ya llevo trabajados tres días allí y solo quiero que acabe. Despiertaré de lunes a sábado (si, también los sábados) a las 5:30 para tomar bus a las 6:30. Comienza la faena a las 7:00 y de ahí a las 15:00 debo completar como mínimo 15 bandejas de frutas (cada una equivale a 3 recipientes de los que usamos para cosechar). Lo máximo que he echo son 10 bandejas, a todo reventar. El calor es horrible, la higiene no es la mejor y hay que caminar mucho para llegar a las filas para despachar las bandejas completadas, que son son larguísimas, y se hace apenas tolerable llevar sobre los brazos tres a cuatro de ellas en esas condiciones. Ayer acabé tan desgastada que apenas llegué a casa me quité las zapatillas y de un brinco salte en la cama de mi hermano que se compro hace poco, de dos plazas y simplemente divina. en cosa de minutos caí en un sueño profundo del que no desperté hasta las 20:30, sobresaltada. Mi cabeza estaba tan mál que hasta creí que ya era sábado y que llegaría tarde a mi ultima clase de preu.
En fin... mis ultimos días han sido incomodos porque aún no consigo la relajación que ando buscando. Se que es cosa de organizar los tiempos, ordenarme más. También reconozco lo floja que soy para ordenar el cuarto, lo mal que me he alimentado y la pesencia de esos arranques de mierda que me hacen querer quedarme en cama todo el día con la cara aplastada bajo el cojín.
Siempre lo digó pero solo en ocaciones lo aplico. Son pocas las personas que me impulsan a seguir. La mayoría de los casos soy yo misma la que me doy el ánimo para comenzar un nuevo día. "Si no me ayudo yo, dificilmente lo harán los demás". La teoría está mas que repasada y trillada para mí. Solo me queda aprender la técnica. El "cómo". Supongo además que estas fórmulas para llevar todo esto a práctica también deberé buscarlas yo misma.

Ok. Me comprometo a respirar. A recuperar la energía y avanzar. Yo puedo. Lo he hecho otras veces y me ha salido bien. Sé que puedo.

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