viernes, 26 de junio de 2015

Nocturnal Whispers

- En el fondo sabes que lo sabes, y que si ocurre tú también tendrás la culpa.

- De qué me hablas.

- Ya lo sabes.

- … No.

- Su vida ha sido caminar por la cuerda floja, desde que lo liberaste.

- Y qué. Cada cual es dueño de definir su camino y cómo lo andará. Ya no quiero volver a oir el 
mismo cuento. Detente

- No todos saben ser dueños de sí mismos. Eso también lo sabes.

- Pobres de aquellos.

- No sientes lastima.

- No, la verdad no. Y a propósito, ¿de qué manera tengo culpa en el asunto?

- Tu decisión fue orgullosa e irresponsable.

- Ha… esto es interesante. Por favor, explícate.

- Pudiste y quisiste hacerle ver que estaba hundido en un error. Deseabas abrir sus ojos y demostrarle 
que la coexistencia de ambos era no solo posible si no que beneficiosa. Pero tu orgullo invadió tu juicio y no te atreviste a darle un giro al destino.

- … De qué giro me estás hablando. No había forma de cambiar nada. Manipular las emociones de otros no es de mi gusto. Creo en la libertad. Libertad para crecer. Para aprender lecciones y seguir adelante.

- No me cabe duda que aprendió la lección. Pero de la forma más dura.

- Tarde o temprano se aprende a apreciar las consecuencias de nuestras decisiones.

- ¿Tenías que ser tan rigurosa con la consecuencia?

- No toleraré cuestionamientos. Me he hecho cargo de mi decisión y seguiré haciéndolo. He decidido vivir mi vida y no continuar con ninguna secuela de sueños lejanos. Soy el sueño de todas, o de una noche. Quiso despertar y se lo permití.

- Algunos buscan volver a encontrar sus sueños con la muerte. La amargura es un peso extra añadido a un cuerpo. Una vida fragmentada no será suficiente soporte para tal depresión.

- Puedes llamar a la muerte, pretender que no te observa, o arrancar de ella. Pero todos moriremos, tarde o temprano.

- Tal vez si le hubieses permitido conocerte mejor no lo hubiese querido.

- Tal vez. Pero ahora despertó y me conoce. No me siente, no me observa, no me toca. Pero me conoce.

- ¿Te sientes importante ahora?

- Me siento… “reconocida”.

- Hay algo en tus palabras que no deja de intrigarme.

- Hay algo en esta conversación que me llena de tedio.

- ¿… Quieres que me detenga?

- Por favor.

- Lo haría, pero no puedo.

- Ah…

- Es mi labor advertirte.

- … De qué.

- De que te equivocaste.

- …

- ¿Algo más?

- No por ahora.

- Perfecto…

- Nunca es tarde para volver a… conversar. Estaré donde siempre, si me necesitas.

- Gracias.


- No me lo agradezcas ahora. 

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